Un año más, la Fira nocturna d´Ariany, folclórica, gastronómica, artesanal y de empresa local, transformó y revolucionó el pequeño pueblo de Ariany. Menos expositores que en otras ediciones pero, en conjunto, notable calidad. Miles de personas invadieron una localidad que apenas suma unos 900 habitantes. No faltó el ball de bot, cena en la zona de la iglesia, a cargo del restaurante ses Torres, puestos de comida argentina, buñuelos o castillos hinchables.