Axel Hilger (Stralsund, Alemania, 1968) es un fotógrafo de factura clásica: domina el encuadre y la composición de sus imágenes. Es difícil que algunas de ellas (sus perspectivas, su intachable técnica) no recuerden a la fotografía urbana y naturalista que practicaron algunos fotoperiodistas viajeros de la mítica agencia Magnum. No en vano, se declara admirador del trabajo de Steve McCurry, así como de los paisajistas Jim Brandenburg o Michael Poliza,

Diecisiete paisajes -tanto naturales como urbanos- sobre Mallorca ocuparán hasta el próximo 7 de enero el restaurante-café Aire (el del Colegio de Abogados); una serie de perspectivas que conforman una exposición que arroja una visión exclusiva y una mirada nueva (lejos de los sempiternos souvenirs) sobre rincones emblemáticos de la isla. Hilger huye del punto de vista más habitual de cualquier viajero buscando lo poco común de las estampas que inmortaliza. En este sentido, descubre al espectador detalles que pasan desapercibidos. En sus imágenes se filtra su esfuerzo por innovar (dar con la luz y los contrastes perfectos) y no repetirse nunca.

El visitante podrá contemplar inéditas panorámicas de Sa Foradada, el Port de Valldemossa, del de Pollença, de Alcanada (Alcúdia) o arquitecturas palmesanas como el claustro de Sant Francesc o la Catedral, entre otras. Asimismo hay que apuntar que el alemán es un voyeur curioso que callejea habitualmente por el centro de Ciutat cámara en mano.

El blanco y negro es una elección para este fotógrafo autodidacta afincado en la isla hace 14 años, pues busca volver a lo más simple, puro y original de la fotografía, lejos de las transformaciones del photoshop.

Recién llegado del prestigioso festival Photokina, ha publicado sus fotos en National Geographic, Wildlife Magazin o GEO.