Rigoletto, del compositor italiano Giussepe Verdi, será la encargada de estrenar la XXVIII temporada de ópera del Teatre Principal el próximo domingo 23 de febrero. Una producción del Teatro Villamarte de Jerez que contará con una gran mayoría de intérpretes mallorquines. Un melodrama en tres actos basado en la obra teatral El rey se divierte, de Víctor Hugo.

El programa operístico incluirá otras tres representaciones: Tosca, de Puccini, que levantará el telón el 30 de marzo y continuará 2, 4 y 6 de abril; Otello, de Verdi, los días 18, 21, 23 y 25 de mayo; y Turandot, de Puccini, que cerrará la temporada, previsto para 25, 27 y 29 de junio.

Para la directora del Teatre Principal, Margalida Moner, es importante devolver la confianza a los espectadores con funciones de gran nivel. "Nuestra filosofía es revertir a los ciudadanos el máximo esfuerzo posible para ser capaces de hacer una gran temporada de ópera".

Josep María Moreno, director musical, afirma que Rigolleto es una obra que hay que disfrutar dada la multitud de secretos que esconde en la psicología de sus personajes. "El espectador tiene que aprovechar la historia. Hay muchas escenas dramáticas y se desarrollan las grandes cualidades del compositor italiano. En Rigoletto, los personajes exigen a los artistas sacar lo mejor de sí mismos".

El director de escena, Francisco López, declaró que la obra de Verdi no deja de sorprenderle. "Cada noche descubro cosas nuevas, me permite revelar nuevos ángulos. La música está ideada para crear recursos capaces de construir un espacio sonoro".

Sobre el argumento de la obra, López manifestó que es muy sincero y realista. "La forma de acercarse al ser humano es muy dura. No se salva nadie en el transcurso de la historia. Cuando se impone un poder absoluto en una sociedad todo el mundo acaba degradándose. Emociona y motiva al mismo tiempo".

Entre el elenco de artistas que participan en la función, destacan: el barítono mexicano Genaro Sulvarán, que interpretará a Rigoletto, los tenores Josep Bros y José Manuel Sánchez, que harán del Duque de Mantova, y la soprano Maia Planas -debuta en Rigoletto- que se meterá en la piel de Gilda.

Bros comentó la exigencia de los protagonistas en la obra de Verdi y el esfuerzo que tienen que realizar los intérpretes para actuar. "Los personajes de la obra tiene muchas posibilidades escénicas, además de una envergadura vocal que conlleva una dificultad extrema. Esta función demanda la tesitura más amplia de cuerda del tenor. Está bien muy medida".

Por su parte, Maia Planas se mostró agradecida por la oportunidad que se le brinda. "Es un honor poder compartir escenario con este gran elenco de artistas. Los cantantes de ópera nos formamos pisando el teatro. Si no tenemos oportunidades como estas no podemos crecer".

La representación contará con el acompañamiento musical de la Orquestra Simfònica, el Coro del Teatre Principal y la banda de música de Son Rapinya. Todo un repertorio de partituras para dar vida y énfasis al desarrollo de la trama operística.

Estrenada el 11 de marzo de 1851 en el teatro La Fenice de Venecia, ha sido representada en multitud de teatros de todo el mundo con gran éxito.

Esta adaptación está ambientada en una época más moderna que la del texto original. Concretamente se sitúa en Italia en 1944, al final de un periodo decadente y degradado.