La pianista china Winnie Wen, ganadora de numerosos premios como el Performance Award en el Carnegie Hall de Nueva York en 2011, ofrecerá hoy un sorprendente recital a las 21 horas en la posesión emblemática de Son Marroig. El evento está enmarcado en el programa Black and White del XXVI Festival Internacional de Música de Deià y pretende ser un anochecer dedicado a compositores chinos en un recorrido por la música folclórica clásica del país, una "novedad" para nuestra isla.

"El recital de esta noche es un viaje musical por las distintas regiones de China", resumió Winnie Wen. "La selección que he hecho para el concierto no se aleja mucho de la música tradicional europea en cuanto a la construcción de las piezas musicales", especificó. Sin embargo, añadió, "como es obvio, las composiciones reflejan unas vivencias y un folclore distinto, dado que la cultura es otra".

La artista comenzó a tocar el piano a la temprana edad de cuatro años. "Es muy normal que hoy en día los niños toquen algún instrumento en China a esa edad", apuntó Wen. "Cuando yo lo hacía era menos usual, me ayudó el hecho de que mi familia se dedicase a la música. Mi madre y mi hermana también tocaban el piano", señaló.

En referencia a la situación cultural china, Wen afirmó que "la música en mi tierra es un fenómeno cultural pero hay mucha competitividad dado que prácticamente todas las familias actuales chinas tienen a un niño que toca algún instrumento". De hecho, según el pianista Alfredo Oyaguez, en China hay "más un de un millón de pianistas profesionales. Asia es el futuro de la música clásica", manifestó.

Winnie Wen conoce mucho la situación actual de la cultura española y se aproxima a la cultura europea desde su visión de Berlín, donde reside actualmente. "La libertad que hay en Berlín no se ve en mi país, hay que recordar que China es comunista, el ámbito cultural está instrumentalizado y politizado", lamentó. "China aporta institucionalmente al arte dentro de unas reglas muy estrictas", añadió.

Falta disciplina

Oyaguez cree que en España faltaría parte de esa disciplina de la que habla su compañera y aprovechó para recordar una anécdota personal en la que el gran Vlado Perlemuter -pianista francés discípulo de Maurice Ravel-, solía decir "en ninguna parte del mundo hay más talento que en España, me sorprende que no haya mejores músicos", aludiendo a la falta de disciplina de nuestro país. "Practicar es necesario, como quien quiere correr los cien metros lisos y conseguir un récord", apuntó. Para Winnie Wen "no todo el mundo sirve para esta profesión". Ambos pianistas coinciden en que, a pesar de la práctica, el piano tiene que sentirse. Precisamente, Wen manifestó que "tocar el piano para mí no es ni un hobby ni una profesión, es mi vida".

Wen admira con entusiasmo al compositor clásico Chopin, pero también a compositores chinos que aparecerán en el programa de hoy como Sun Yiqiang, cuya composición Spring Dance describe la vida de las gentes de Xinjiang, transmitiendo a los oyentes relajación y felicidad a pesar de retratar con su arte la situación de las minorías étnicas de la región. Con dicha interpretación, la pianista ganó el recital del Carnegie Hall. Por su parte, la pieza Silver Clouds Chasing the Moon, que también interpretará, es una de las más aclamadas por el público en general, escrita para piano en 1975 por el compositor Wang JianZhong.

En un futuro inmediato, la artista se ve en los escenarios, pero admitió que "más adelante me gustaría enseñar música a los niños, porque creo que debo transmitir lo que aprendí de pequeña". Le gustaría ser docente en Europa o Estados Unidos, pero no contempla trabajar en su país porque "ya hay muchos profesores de música, demasiada competencia", bromea.

A pesar de la disciplina a la que estuvo sometida de niña, Winnie Wen agradece sus estudios intensivos. "No hay otra manera para hacerlo bien", reconoció. "Cuando era joven me sentía coartada y lo veía muy estricto, como un entrenamiento. Pero ahora soy libre", dijo sonriendo una de las promesas de su instrumento en el panorama internacional.