El Rostoll, como se le conoce a este festival que año tras año, desde hace ya veinte, se celebra en un campo de rastrojos, al aire libre, no deja de crecer. La idea de montar un escenario dedicado al rock y convertir un safareig, un estanque, en una pista de baile, en la que no cabe un alfiler, tiene muchos seguidores. Miles.

La edición de este año seguro que responde a las expectativas, que no son pocas. El público del Rostoll acude desde todos los rincones de la isla, incluso desde la Península. No hay zona de acampada, pero los fieles permanecen en los terrenos situados junto a la carretera que conduce de Maria de la Salut a Muro, hasta altas horas ya no de la madrugada sino de la mañana del día siguiente.

Un festival que al margen de subvenciones millonarias sobrevive sin ningún tipo de ayuda pública, salvo la que recibe del ayuntamiento de Maria. La entrega de los jóvenes de la asociación Rock n Rostoll es la que merece el aplauso.

También los grupos que actúan, que reducen sus honorarios para la ocasión. Porque un festival así es atípico. Este año actuarán bandas como Kiürpa & Skalata Sang, Potopop, los metaleros Eveth, Ceremoney, Hit the Robot, Trance y Manfel.

La electrónica del safareig la servirán desde sus platos djs como Manu Sánchez, Alex Losa, Jimmy J o Tolo M.