El temps passa i mustia les flors, es el título del largometraje manacorí que se estrena mañana en el Teatre Municipal. Dirigido por Joan Barceló, que también es su realizador y editor, se halla inspirado en una obra teatral de Sebastià Riera, quien ejerce a su vez de guionista.

Se trata de la primera película del cineasta, en la que intervienen veintisiete actores y actrices aficionados, la mayoría de Manacor, si bien hay protagonistas de otras localidades. La banda sonora es original del músico Jeroni Adrover y del propio director. El temps passa... ha sido rodado básicamente en la posesión de Son Sureda, Can Moragues y en el Molí dels Tastavins. "Los exteriores resultan de vital importancia" reconocen Barceló y Riera, "puesto que hemos la tenido la suerte de contar con casales y entornos que han enriquecido las imágenes". Inicialmente el metraje duraba dos horas, que finalmente, han quedado reducidas a 75 minutos, que es lo que se proyectará.

Francesc y su amor

La historia se inicia cuando Francesc, un viejo soltero que vive en su finca con un joven matrimonio que le ayuda en sus tareas, recibe en cierta ocasión la visita de unos amigos que le invitan a una reunión entre compañeros de juventud con el fin de revivir tiempos pasados. Entonces es cuando se reencuentra con María, el único amor de su vida, pero también con Sebastián, el agente inmobiliario que se la robó.

La cinta refleja de forma profunda temas sociológicos, psicológicos, religiosos y costumbristas que reproducen una época de la vida mallorquina.

Aunque el autor de la obra indica que "la mejor forma de conocer la película es acudir al teatro y disfrutarla". Sebastià Riera explica que el título refleja claramente el argumento. Las flores marchitas son las personas que están viviendo la última etapa de su vida. Estos personajes coleccionan recuerdos de su juventud y comentan con acritud la represión religiosa de tiempos pasados o el pánico que ocasionaban los terroríficos sermones que predicaban un dios castigador.

Viven un presente con dificultades y buscan salir de la soledad disfrutando de las personas amadas. El futuro que les espera está repleto de preguntas sin respuesta. Una parte importante de la creación literaria la ocupa un apasionado amor de juventud que ha renacido con fuerza. Esa situación genera conflictos y preguntas que nunca habían tenido respuesta.

Valentía sin financiación

Con un currículum de cinco cortos, doce videoclips y cuatro restauraciones audiovisuales, Joan Barceló ha dado el gran salto a la película de larga duración: "Comencé con pequeñas historias que estaban a mi alcance" apunta, "para seguir hacia metas más ambiciosas. Este largometraje se ha convertido en un gran reto. El guión de Sebastià me entusiasmó y, conjuntamente, hemos podido llegar al final".

"Quiero resaltar la importancia que tiene el hecho de haberlo logrado con gente aficionada, desde el realizador-director hasta el último actor. Las imágenes son elocuentes, contando escenas perfectamente inteligibles en las que no existe la palabra".

Sobre la producción cinematográfica amateur de la ciudad, opina que "en Manacor hay actores y actrices de alto nivel y guionistas de renombre; ahora bien, es impensable que en estos momentos pueda encontrarse una mínima financiación".