­La Fira de Tardor de Muro, con la calabaza como elemento protagonista, resultó todo un éxito de visitantes. A mediodía, el Claustre des Convent rebosaba gracias al gran éxito de la I Mostra de Cuina Murera durante el fin de semana, con la participación de 15 establecimientos.

A la misma hora, el epicentro de la feria se situaba frente a la iglesia, donde se llevó a cabo el quinto concurso de calabazas. En esta edición participaron hasta 23 calabazas. La ganadora fue la de Miquel Cloquell, de sa Creu, con un peso de 293 kilos, que obtuvo un premio en metálico de 219,75 euros. En segundo lugar se clasificó un ejemplar de 249 kilos, propiedad de Tòfol Serra. Este año había dos modalidades de concurso: para autóctonas y foráneas.

En las locales el ganador fue Jaume Mulet y su calabaza de 31 kilos. Los ejemplares más espectaculares son consecuencia de las semillas que aportaron la Colla de Boines Negres de Sant Feliu de Codines (Barcelona) el año pasado y que esta temporada han cultivado los murers. Según el edil de ferias, Nadal Muñoz (CDM), "es una gran feria, que va en aumento año tras año".