El actor de referencia y uno de los más queridos por el público mallorquín gracias a Acorar, Toni Gomila, estrenará en Palma el próximo día 30, en el Teatre Principal, Infinir, "un espectáculo humilde" que cuenta el encuentro entre un indio apache y un extraterrestre en el espacio sideral y con el que el autor de Manacor suspira por "un futuro en poesía y con sensibilidad".

Infinir, "título que juega con indio, nini [generación de jóvenes que ni trabajan ni estudian], finitud y perdurabilidad", llega a Ciutat tras ser representada en la Part Forana, primero en sa Màniga y posteriormente en la Fira de Manacor, Porreres, Alcúdia, Bunyola y Petra.

Los orígenes de esta obra que "funciona con los espectadores muy cerca de los actores", a saber, Catalina Florit, Santi Pons y Miquel Torrens, todos bajo la dirección de Antònia Jaume, se remontan a 2014, cuando Gomila fue invitado a participar en el IV Torneig de Dramatúrgia del Festival Temporada Alta de Girona i Salt. Concurrir en este certamen le "asustó" a Gomila, ya que buscó "algo no convencional" y "tenía miedo a hacer el ridículo", confiesa. Dispuesto a "defender lo indefendible", recurrió a "un personaje apático, desencantado de la vida, el indio, del siglo XIX", y a su contrario, "un joven mil años avanzado, un extraterrestre del siglo XXXI", el nini. La pareja, con diálogos "surrealistas" y en un espacio "onírico", llegó alto, hasta las semifinales del concurso gerundense. Ahora, el "experimento dramatúrgico" ha madurado y destila la esencia de Gomila: una combinación de divertimento escénico con un trasfondo de pensamiento, de fina reflexión sobre la condición humana que podrá degustarse, además del día 30 de enero, el 31, y el 6 y 7 de febrero, todas las funciones a las 21 horas.

"Es un texto absolutamente difícil para los actores", reconoce Gomila, quien también admite que su puesta en escena "es arriesgada".

El público también tiene su trabajo. "Que no vengan a vegetar", advierte. "Es un teatro que plantea preguntas y dudas al espectador", subraya. Y que nadie espere "ni matances explícitas ni madones i senyors. Esto no es Acorar ni algo convencional", insiste Catalina Florit, radiante ante "una propuesta muy diferente", un formato, "teatro de situación, que no se ha hecho aún en Mallorca".

"Necesitaba nuevos retos, nuevos ejercicios", asegura Gomila, que en los últimos cuatro años ha girado por toda Mallorca y gran parte de Cataluña con Acorar -aún en circulación-,con unos números que no dejan de crecer: más de 330 funciones y 50.000 espectadores.

"Acorar es uno de los mejores regalos que me ha dado la vida. Un espectáculo que me ha brindado más seguridad conmigo mismo, más coraje para enfrentarme a retos, más ganas de contar historias y además ha consolidado la compañía, Produccions de Ferro", señala.