La cantante argentina Micaela Díaz, realiza por segundo año un ciclo musical por las costas del sur de Mallorca, con actuaciones íntimas y de un particular estilo latino. La artista actúa cada lunes y martes en el Bon Bar de Cala Figuera a las 20.30 horas, y en el restaurante Strandkorb de la Colonia de Sant Jordi a las 20.00 horas, respectivamente. Además, ella y su guitarrista, Nicolás Flores, también tocan en otros lugares de manera esporádica durante la hora de la cena, en Santanyí, Ses Salines y Campos.

"Nos parecía más enriquecedor salir de Argentina y mostrar nuestra cultura en otros sitios, arrancamos con esto y funcionó muy bien", apunta la artista. El dueto visitó por primera vez la isla en 2014 y después de un año sin volver a causa del nacimiento de su hija, vuelven para ofrecer una música latina de estilo "rock criollo", muy característica. "Teníamos mucha repercusión en la isla desde que vinimos hace dos años, nos dijeron que era más difícil llegar a la gente mallorquina que a los turistas, sin embargo es precisamente la gente de aquí quien nos halaga. Nos escribían los lugares para ver si volveríamos esta temporada. Además este lugar es un sueño", señala Díaz.

Ella y su guitarrista ofrecen "un viaje" que va desde el estilo típico de Argentina, con sambas, chacareras y música folclórica, a canciones de Brasil, Colombia, Venezuela, México y Cuba, además de melodías internacionales, con canciones de Rosana, La Quinta Estación o Camilo Sesto, entre otros. "Todo lo que cantamos es puramente en español, tratamos de buscar la traducción y de rehacerlas nosotros, siempre con mucho respeto, así la gente las puede entender", señala la artista. Además, su guitarrista y representante, afirma que tocan un nuevo estilo de música al que llaman "bolero mallorquí", una reinterpretación del bolero lento de Centroamérica con un ritmo swing más dinámico y alegre.

En cuanto al tema de la lengua, los artistas reivindican la música en español y se mantienen "fieles" a su idioma. "Cantamos algunas canciones en inglés que hemos adaptado a nuestra lengua y a nuestro estilo porque nos gustan así", apunta Díaz La pareja se decanta por una puesta en escena simple, con guitarras acústicas e instrumentos de percusión pequeños, para "mezclarnos entre la gente, no llamar la atención y que no haya diferencia entre el público y nosotros", apunta la cantante, de esta manera ofrecen una actuación íntima a los clientes de los locales.

A parte de este ciclo musical, el dueto está centrado en el lanzamiento de su primer disco y en la edición de varios vídeos promocionales. "La idea es seguir viajando una vez terminemos esta temporada, tenemos propuestas en Alemania y en París", señala la artista.

"Cuando empecé a cantar lo hacía con un señor mayor y eramos como invisibles. Cantábamos en geriátricos para la gente a quien nadie va a ver y para niños que vivían en situaciones precarias. Luego me formé en el auditorio de Argentina, pero viajé, es una decisión que uno toma siempre para bien. La familia, y los amigos, todo quedó allí, pero estoy contenta", señala la cantante, que opina que su país es un buen sitio para aprender, pero que "el resultado se obtiene cuando sales y te escuchan otros", ya que "Argentina está saturada de gente que hace lo mismo" y "aquí la gente nos valora de otra manera", asegura.