Eulàlia Bergadà, mallorquina residente en Barcelona, vuelve al teatro en el que dio sus primeros pasos como bailarina, el Principal, convertida en una firme promesa de la danza contemporánea y con uno de sus espectáculos más completos, Gold Dust Rush, ganador del premio 2015 del Institut del Teatre y estrenado el pasado verano en el Grec Festival de Barcelona.

Coproducción del Institut del Teatre, el Principal y Morlanda Creacions con la colaboración del Mercat de les Flors, la Fundación SGAE, el Institut Ramon Llull, Graner Centre de Creació y La Poderosa, Gold Dust Rush propone, en palabras de Bergadà, "un viaje visual y sonoro en torno al concepto de delirio, entendido como un estado catartico, liberador y destructivo a la vez".

Una coreografía que firma la misma Bergadà y que toma la forma de un delirio onírico, al principio entre tinieblas y finalmente, con luz. Y entremedias, paisajes, "jardines de las delicias" y "paraísos terrenales", que tal vez son infiernos o sótanos de tortura. "Crear una obra es como un sueño", reconoció ayer, durante la presentación de la pieza, esta defensora del "formato onírico".

"Ya conocíamos su trabajo como directora, coreógrafa y bailarina con Flying Pigs -su anterior trabajo-, que la colocó en los circuitos nacionales", señaló por su parte el director del Principal, Carles Forteza, quien recordó que "una de las tareas del Teatre es apoyar al talento local emergente".

Gold Dust Rush (Fiebre del polvo de oro), que podrá verse en la Sala Gran mañana, a las 20 horas, y el domingo, a las 19, con precios que van desde los 5 a los 20 euros, está interpretada por otros cuatro bailarines, a saber, Joaquín Collado, Marina Fullana, Raquel Klein y Aloma Ruiz, que también ejecuta la composición musical, en directo. "A través de la música veo todo mi universo interno", subrayó Bergadà, que lleva años trabajando codo con codo con Aloma Ruiz.

Graduada en danza clásica y contemporánea, postgraduada por It Dansa y graduada en coreografía por el Institut del Teatre de Barcelona, Bergadà decidió dejar Mallorca hace 13 años para "abrir puertas" en otros lugares. Desde entonces no ha dejado de "enriquecerse". Ahora, en el regreso al que fue su teatro, le invade la ilusión y le asaltan los recuerdos: "Estoy muy emocionada, con ganas de estrenar, de bailar y de compartir con el público. Me lo tomo como un regalo. Hace muchos años que no bailo en Palma. Cuando uno crea es como una operación abierta pero me gusta como nos están arropando en el Principal. Eso ayuda a confiar en uno mismo", expresó.