La Compañía de Víctor Ullate ha presentado el espectáculo que representará mañana las 21:00 horas en el Auditòrium de Palma. Con la inesperada ausencia del fundador del conjunto de baile, que no ha podido asistir a la rueda de prensa por gripe, su inseparable compañero, el director y coreógrafo Eduardo Lao, ha anunciado las dos obras que interpretarán: Tierra Madre y Pastoral de L.V Beethoven.

"Es un programa mixto que consta de dos ballets. Tierra Madre lo creé yo y por eso posee una gran carga emocional; siempre recordaré el momento en el que Víctor me pidió en 1991 que montase una coreografía para la compañia. Es un homenaje a la tierra, a la naturaleza, a nuestro entorno, a lo que debemos cuidar. Antes no estaba tan de moda este tema, pero sigue siendo actual", ha explicado el director de la obra.

Ambas piezas se han convertido en ballets clásicos de la compañía gracias al reconocimiento de la crítica internacional. Para los coreógrafos, la música se convierte en la fuente de inspiración y en el elemento central de las obras. "Cuando descubrí a Mari Boine Persen, conforme la iba escuchando, iba visualizando el ballet, lo plasmé y funcionó a la perfección", ha asegurado Lao, quien defendió ser un amante de lo nórdico y que la pureza y autenticidad de la melodía de la cantante polaca motivó el punto de partida de su creación.

Por su parte, la obra Pastoral de L.V BeethovenPastoral, coreografiada y dirigida por Víctor Ullate, es un emotivo homenaje del bailarín a su querida amiga Ángela del Moral, con la que bailó, sobre todo flamenco, en la Compañía de Antonio. Además, cuando el artista se encontraba sumergido en la creación del ballet, falleció el que fuera su maestro Maurice Béjart, a quien le dedicó una de las partes de la obra. "Representa la evolución del ser humano, desde la infancia hasta después de la muerte. Tiene una dificultad añadida ya que los bailarines tienen que actuar como niños para evolucionar en el segundo movimiento hacia la pubertad, cuando aparecen los primeros amores, la idolatría por la pareja y el amor incondicional, lleno de luces. El tercer movimiento, el alegro, no es la madurez, sino la vejez, el comienzo del fin de la vida. Y, por último, ese cuarto momento en el que todos somos energía", ha apuntado Eduardo Lao.

El programa mixto que se representará mañana por la noche consiste en una combinación de dos piezas clásicas del repertorio de la formación, que vuelven a los escenarios interpretados por el excepcional elenco de 22 bailarines que integran la compañía. "Me encanta que el bailarín esté cómodo dentro de la dificultad, que el bailarín se sienta a gusto. Y si luego gusta al público quedas todavía más satisfecho", ha recalcado.