Por aquí al lado vive su amigo Andrés Iniesta. Un poquito más allá, no mucho más, el padre de ´Andresito´. Cerquita, pegadito a él, Pablo y Paula, el dueño y la cocinera del antiguo bar ´La Española´, los padres de David y Jose Muñoz, los Estopa. Así que, en cuanto vieron que La Caixa ponía en venta la oficina, fueron y la compraron. "Así es Estopa, capaz de convertir una máquina de hacer dinero, o de levantárselo a la gente, en una factoría de música". Ahí, en este coqueto estudio de la calle Comte de Vilardaga, en Sant Feliu de Llobregat, ha sido donde los Estopa han fabricado, creado, retocado, grabado, pulido su último disco, ya saben, ´Estopa 2.0´. El mismo que este viernes podrán oír, en vivo y en directo, sus fans en el Palma Arena. "Solo puedo decir una cosa, o dos, dos sí", señala David: "El directo suena diez veces mejor que el disco y nosotros, todos, damos la vida en el concierto, cada euro que paguen por venir a vernos va a ser recompensando con una actuación de lujo. Estopa no está de rebajas, Estopa lo da todo en el escenario".

El estudio, precioso, acogedor, donde ahora está grabando su próximo disco la mismísima Shakira, tiene una pared dedicada a sus amigos. Es un enorme dibujo de una virtual terraza de la antigua ´La Española´, el bar de sus padres ("hace tiempo que los retiramos a los dos, se lo merecían"), en la que están, sentados en mesas de dos, buena parte de sus ídolos. "Cuando el pintor terminó de repintar las paredes del banco, nos dijo que él hacía caricaturas y que, si queríamos, nos dejaba en la pared unos dibujitos. Y le dijimos, pues, anda, sí, pintamos a nuestros amiguetes", relata Jose, ya saben, el más modosito de los dos. Y ahí están Serrat y Sabina, Xavi e Iniesta, Marc y Pau Gasol, Mourinho y Guardiola, Punset y Buenafuente y, detrás de la barra, Pablo Muñoz, el papá del dúo.

El papá, que hace tiempo que ha dejado de regentar el bar, se encarga ahora de los dineros de sus hijos. "Bueno, de los dineros de todos", dice David, "porque quién mejor que un padre para hacer esas cosas", añade Jose. "Cuando, hace poco más de un año adquirimos este local, no quisimos tocar el despacho del director y decidimos darle un cargo a papá. Le hemos nombrado director-gerente, como el Alcántara de ´Cuéntame´. ¿A que mola? ¿a qué le pega un montón?". Y Pablo llega con un resfriado de narices, y nunca mejor dicho. David y Jose abren un cajón de su despacho y le ofrecen medicinas curativas. Ahí, junto a sus dos ingenieros de sonido, Josep Baiges y Marc Blanes, los Estopa pasan un montón de horas. De vez en cuando aparecen por el local algunos de sus músicos en esta gira, todos ellos auténticos maestros que han trabajado con lo mejorcito de esta profesión. Luis Dulzaides (percusión), Anye Bao (bateria), Alfonso Pérez (teclados), Antonio Ramos (bajista), Ludovico Bagnone (guitarra eléctrica) y Juan Maya, un guitarrista al que todos consideran el ´nuevo Peret´ y que agita tanto sus manos cuando toca la guitarra que todos recuerdan la graciosa frase de Manolo Escobar sobre su hermano: "Todo el mundo toca la guitarra; mi hermano se pelea con ella".

Los Estopa juran que el nombre de su nuevo disco, ´Estopa 2.0´, nació de casualidad. Nunca piensan antes el título ni nada de nada. "Hicimos las canciones como quisimos y, al acabar de ensamblar el disco, dijimos ´coño, esto suena nuevo, diferente´. ¿Renovado?, sí, renovado, pues ya está: ´Estopa 2.0´. Una nueva versión de Estopa", comenta David, que añade: "El disco es nuestro, sí, muy nuestro, pero el directo, lo que se oirá y cómo se oirá en el Palma Arena, es obra de los músicos. El disco es tarea nuestra; trasladar el disco al directo, cosa de los prodigiosos músicos que hemos conseguido juntar. Por eso decimos, y es cierto, que el directo es mejor que el disco", concluye Jose.

Ya no le tienen miedo al sonido electrónico. O eso dicen. "No era que le tuviésemos miedo, era, simplemente, que lo habíamos utilizado en pequeñas dosis. ¿La razón?, sencilla, no queríamos que nuestro disco fuese discotequero, dance. Estopa no es para escuchar en las discotecas". Cuando le preguntas en qué se han inspirado durante estos meses, reconocen que en los viejos, en los antiguos, nada de juventud, ni nuevo. "Hemos descubierto a los grandes como Elvis, Sinatra o Hendrix". Pero, tranquilos, tocarán también sus viejas canciones y, aunque acabaron hartos de algunas de ellas ("la Raja de tu falda la dejamos de tocar durante meses), sonarán todas, todas. Dos horas y cuarto de concierto dan para mucho.

Llegan a Palma tras pasar por Valencia, llenar, por vez primera en su vida, el Sant Jordi de Barcelona, Bilbao, Salamanca, Toledo y Murcia. "Palma sigue siendo el paraíso. Sí, sí, ya sé que muchos piensan que la han estropeado, cierto, ¡menudas cosas han hecho allí!, pero, para nosotros, para nuestra familia, para nuestra infancia y juventud, sigue representando el paraíso", cuenta David. "Ir a Mallorca", añade Jose, "es como ir de vacaciones. Es cumplir el sueño que tienes de niño, de colegial y ¡que caray! hasta de novios. Todo el mundo quería hacer el viaje de novios a Mallorca y regresar con una gran ensaimada y un pequeño bat de béisbol de esos que pone ´recuerdo de Mallorca´". Y los dos recuerdan que la primera vez que visitaron Mallorca fue cuando estudiaban 8º de EGB y la isla representó su primera salida de Catalunya. "Nosotros hemos crecido", narran David y Jose al unísono, "oyendo a nuestra madre, a Paula, decirle constantemente a papá ´Pablo, a ver cuando me llevas a Mallorca´. Es más, la primera vez que actuamos en Palma, les invitamos a venir y les pagamos cuatro días más en el hotel donde nos estuvimos con el grupo. Fueron tremendamente felices, la verdad".

Los hermanos Muñoz recuerdan al grupo de rap mallorquín OPP y ensalzan, como no, a Antònia Font. "Nos gustan, sí, y mucho, como los catalanes ´Manel´. Nos gustan porque, por fin, podemos oir rock en catalán en el coche. Es un placer. Sí, sí, los oímos y nos gustan mucho". Respecto al Palma Arena qué decir. "Ya que lo han construido con nuestro dinero, ya que está ahí, aprovechémoslo y disfrutemos de él con un gran concierto. Es como lo del banco: cambiemos la fábrica de dinero por la factoría de música. La verdad es que el Palma Arena tiene una sonoridad estupenda ¡que lo disfrute la gente!".

Estopa no quiere hablar demasiado de corrupción. Saben que, en ese sentido, visitan una isla complicadita "pero ¿me puede decir dónde no hay corrupción? ¿dónde? Es una vergüenza porque el mayor mal que está haciendo esta gente es que todos, todos, perdamos la fe en la política y, a veces, pienso que con razón, claro", dice David. "Lo primero que tendrían que hacer, nada más ser condenados, es devolver el dinero que han malversado ¡pero ya! No ocurre eso, no. Apelan, apelan y apelan y, al final, se van de rositas. Una vergüenza", sentencia Jose, que pide, también, la supresión de los paraísos fiscales "porque todos esos tipos, al final, lo que han hecho ha sido ocultar en algún lugar el dinero que nos han levantado".

Pablo se despide. Le ha llamado Paula. Tiene que irse a cenar. Aparece por el estudio Tito Heredia, manager de los hermanos, al que le llaman de todo. Quiero decir que le llaman Tito, ´Vicentito´ y hasta ´Titejo´, eso es lo que quiero decir. Llega Paloma, la esposa de Jose y le consulta no se qué de la casa que se están haciendo. Mari Paz, esposa de David, le llama al móvil para contarle que David, el más pequeño de los Muñoz, el Muñoz de última generación, se ha tomado dos platos de la sopa que hace la abuela Paula. "Llevo años diciéndoselo a mi madre", cuenta Jose: "Mamá, deberíamos dejar la música y comercializar tu sopa, nos forraríamos".

Antes de irme y citarnos en el Palma Arena, les pido que me hagan una ´autopromo´. "Somos los peores anunciadores de nuestra música. Lo que peor nos sale es el autobombo. Solo puedo decir que si te gusta Estopa, ven, no te defraudaremos. Hemos intentado hacer la gira más espectacular que hemos llevado nunca. En tiempos de crisis, hay que darlo todo. Y eso pretendemos, agradar, que la gente se lo pase bien, que sienta que lo que se ha gastado en la entrada ha valido la pena", comentan los dos al unísono. Y añaden: "Hace 13 años, cuando empezamos, las primeras filas estaban llenas de chicos y chicas de 15 y 16 años. Ahora ocurre lo mismo, lo cual nos hace muy felices ¿por qué no son los mismos verdad?, tachin, tachin, dimensión desconocida, no, no, se han renovado, lo cual significa que seguimos gustando a las mismas edades".

Se apagan las luces. Dejamos a Serrat, Sabina, Xavi, Iniesta, Marc, Pau, ´mou´, Pep, Punset, Buenafuente y papá Pablo dibujados en la pared, apurando sus cervecitas. La guitarra de Shakira, con más años que la Piquer, reposa al fondo del estudio. Papá Muñoz se ha olvidado, sobre la mesa del director-gerente de los Estopa, las dos cajas de Espidifen y Neobrufen que le han recomendado sus hijos para el resfriado. Las dos de 600 mg, claro. Rock duro. Como toca.