Bajo una escenografía que invita al mismo tiempo al diálogo y la reflexión, Los Emigrados va más allá de la tragicomedia de humor negro con tintes reivindicativos que es extrapolable a cualquier época y país del mundo. Un sótano lúgubre lleno de claroscuros se pone al servicio de dos hombres sin nombre, dos emigrantes desarraigados que poseen como denominador común los recuerdos del lugar que un día tuvieron que abandonar.

Esta vez, la propuesta de la compañía Réplika Teatro se centra en un tema tan actual como universal. Y es que el texto de Slamowir Mrozek, aunque escrito en los años setenta, adquiere unos "sobrecogedores tintes de actualidad" dado el contexto de crisis mundial y espíritu revolucionario que se vive en las calles de medio mundo.

El último día del año es la fecha elegida para ser el detonante de la obra. Tabaco, grandes dosis de alcohol y un "diálogo magistral", explica Jaroslax Bielski, protagonista y director –junto a Socorro Anadón– de Los Emigrados. Bielski, conocido por su papel de Joachim en la serie Amar en tiempos revueltos, se convierte en AA, un refugiado político y un intelectual "desengañado" y que ha perdido la fe en sus ideales. Él representa la "desilusión" de aquel que descubre que "el mundo idealista en el que creía" no existe. En contraposición, XX es Emilio Gómez, que interpreta el prototipo de obrero materialista y apolítico, focalizado sólo en el ahorro y el trabajo para volver a casa.

El autor hace presenciar así la disección teatral de dos personas, "esclavas de la globalización moderna" a la que está sometido el ser humano tanto por los poderes políticos y económicos como por él mismo, por sus propio deseo de poseer riqueza. Bielski ve en la sociedad del texto una comunidad perfectamente actual, sometida al poder establecido y "cargada" de miedos ideológicos. "Miedo a perder el trabajo, miedo a no tener dinero. Miedo a no ser nadie". El humor de Mrosek desempeña un gran papel en este juego de reflejos en el que "ni ellos mismos" entienden por qué conviven juntos, "pero los dos se necesitan de alguna forma a pesar de ser polos opuestos".

Para el espectador, los actores simulan "el Ying y el Yang" de cada persona, que puede "sentirse identificada con ambos" dependiendo del momento. Mrozek es capac, en palabras de Bielski, de "divertir pensando", llegando a transmitir "lo tragicómico de nuestra vida".

Lugar: Sala Mozart del Auditòrium de Palma.

Taquillas: 971 73 47 35.

Días de espectáculo: Del 10 al 15 de abril a las 21 horas (14 y 15 función extra a las 19 h)