Si un experimento intentara concentrar en un único espacio las sensaciones que provoca la primavera el resultado sería, sin duda, la feria de ´Costitx en flor´. Se trata de un evento comercial pequeño, ajustado a las dimensiones del centro de la localidad del Pla, pero grande en cuanto a contenido y ambición de agradar a todo el mundo. Costitx abrió ayer sus puertas de par en par y se engalanó con los colores propios de la primavera para recibir a miles de visitantes que fueron desfilando por las plazas más céntricas de la ciudad durante toda la mañana. El día agradable que hizo ayer en la isla contribuyó al éxito de una muestra que gana adeptos año tras año. Hubo tanta gente ayer en Costitx que la búsqueda de un sitio para aparcar el coche se convirtió en una quimera. La falta de un gran aparcamiento para vehículos sea, tal vez, el punto débil de la feria de Costitx.

Los visitantes disfrutaron con la propuesta comercial, muy estética, basada en las flores y las plantas, pero también en la gastronomía y los productos artesanales propios de Mallorca. Muchos rincones del pueblo fueron decorados con motivos florales muy imaginativos.

La plaza del ayuntamiento fue el centro neurálgico de la feria de Costitx. Allí se representó el baile de los Bous al ritmo de las ´xeremies´, un espectáculo de reciente creación que reivindica de forma festiva el retorno de las emblemáticas figuras arqueológicas a la localidad donde fueron halladas. La presidenta del Consell, María Salom; el president del Parlament, Pere Rotger; y el conseller de Presidencia, Antonio Gómez, fueron algunas de las autoridades que visitaron la feria. El alcalde de Costitx, Antoni Salas, con un lazo cuatribarrado en la solapa, el mismo que también colgaba de la fachada del Ayuntamiento, ejerció de anfitrión.