El origen del procedimiento del fotomontaje como forma artística y su desarrollo paralelo en Alemania y la Unión Soviética pueden conocerse desde ayer en el Museu Fundación Juan March de Palma a través de una muestra que consta de más de cien obras de temática diversa realizadas por artistas y diseñadores de trece países y que incluye fotocollages, maquetas originales, carteles, postales, revistas y libros.

Fotomontaje de entreguerras 1918-1939, que podrá visitarse hasta el 8 de septiembre, está compuesta casi en su totalidad por préstamos de la colección del estadounidense Merrill C. Berman. La exposición, que reúne trabajos, entre otros, de los rusos El Lissitzky, Ródchenko y Klucis, de los alemanes Schwitters y Burchartz o de los holandeses Schuitema y Zwart, llega a Palma procedente de Cuenca y con billete para Ottawa (Canadá), donde se mostrará a partir de octubre, en la Carleton University Art Gallery.

Manuel Fontana, director del Museu Fundación Juan March y responsable del departamento de exposiciones del centro de la calle Sant Miquel, confesó ayer que la exposición tiene "cierta conexión lejana" con la colección del citado museo –citó a modo de ejemplo el fotocollage de Juan Gris Garrafa y bol, del año 1916–, y señaló que con ella se pretende ofrecer "un panorama conciso y representativo del origen del fotomontaje como forma artística".

La muestra se ha estructurado por géneros, de modo que las diferentes salas del museo están decidadas a la propaganda política, las exposiciones, la publicidad o el cine. Destacar los trabajos de El Lissitzky (1890-1941), Aleksandr Ródchenko (1891-1956) o Gustavs Klucis (1895-1938), que convirtieron el fotomontaje en una poderosa herramienta política en la Rusia soviética, utilizándolo en la propaganda del régimen, los productos del país o los mitos de Lenin y Stalin. En una de las salas se proyecta Berlín, sinfonía de una gran ciudad, la obra maestra del alemán Walter Ruttmann. Y es que el fotomontaje también se alió con el cine, en especial a través de los hermanos Stenberg, Vladímir y Gueórgui.

El recorrido por la exposición obliga a pararse ante los trabajos de creadores como Kurt Schwitters, maestro a la hora de colocar el fotocollage y el fotomontaje en el centro de su práctica artística; al igual que en los de John Heartfield o Max Burchartz, que lo incorporaron a su obra para criticar al régimen nacionalsocialista, en pleno ascenso en los años treinta.

El holandés César Domela-Niewenhuis, de quien se exhiben algunos de sus anuncios publicitarios y diseños de publicaciones y revistas, da en otra de las salas una definición del fotomontaje: "Es la elaboración artística de una o varias fotografías en una única superficie gráfica (con tipografía o pintura) a fin de obtener una composición unitaria".

La exposición que puede verse en Palma está inspirada en la que se organizó entre el 25 de abril y el 31 de mayo de 1931 en la Staatliche Kunstbibliothek de Berlín. Una muestra que incluía más de 100 obras de 50 artistas y que pretendía definir su elaboración, trazar su historia y presentar sus diversas manifestaciones contemporáneas.

Uno de los pocos españoles presentes en la muestra es Joan Colom, quien firmaba con el seudónimo de Michel Adam, y quien presenta obras como Diari dels treballadors de la ciutat i del camp. Leed, de 1936. Nacido en Arenys de Mar en 1879, como pintor fue autodidacta y por ello transitó de unos estilos a otros, destacando en la pintura impresionista, donde adquirió fama. También trabajó de dibujante, principalmente en la revista Papitu y con el seudónimo de Picarol.

La Europa de entreguerras, recuerda Manuel Fontana, fue un momento "en el que las fronteras entre el arte puro y las artes aplicadas era muy difusas". Lo que hicieron los pioneros del fotomontaje fue "redimir al arte de que éste es una actividad pura que se acaba en sí misma, entendiéndola como una actividad para cambiar la realidad, el mundo".

Lugar: Museu Fundación Juan March. Carrer Sant Miquel de Palma.

Web www.march.es/arte/palma.

Días: Del 13 de junio al 8 de septiembre.