Es una radiografía sentimental, con trazos de homenaje, a los inmigrantes turcos que llegaron a Alemania en las décadas sesenta y setenta y que contribuyeron de forma decisiva al denominado «milagro alemán».

La cineasta turca Yaseim Samdarelli, basándose en un guión propio y de su hermana Nesrin, ha recreado la historia de una compatriota que emprendió en solitario la aventura de la inmigración, convirtiéndose en el trabajador extranjero número 1.000.001 en Alemania, y que únicamente regresó a su país para recoger a su familia y llevársela con él a un país muy distinto tanto en cultura y tradiciones como en idioma.

Aunque cae en alguna que otra ingenuidad y a veces simplifica en exceso las cosas, la cinta sabe llegar al ánimo del espectador merced a la ternura de su mensaje y a la adecuada utilización de unos niños que son parte relevante de la trama. Por eso, sin ser un producto especialmente riguroso, tiene capacidad para sensibilizar y ganó los galardones a la mejor película y al mejor guión del cine germano.

La trayectoria de Hulseyin, que ha cumplido 75 años y vive más de 40 en Alemania, es equiparable a la de muchos otros turcos que salieron de una Anatolia que no les permitía una vida digna para tratar de salir adelante en otros horizontes totalmente ajenos.

Se trata, por tanto, de un caso representativo que ilustra a la perfección sobre el fenómeno de los inmigrantes y que sirve a la realizadora para elaborar un discurso eminentemente emotivo. La historia, en este sentido y combinándola con el presente, se remonta al pasado, a los momentos en que Huseyin decide efectuar el éxodo, abandonando a una mujer a la que «secuestró» para poder casarse con ella y a unos hijos pequeños de los cuales dos de ellos ni siquiera le reconocerán cuando vuelva para llevarlos con él.

Precisamente el impacto que sufren los niños con los símbolos religiosos del cristianismo resulta especialmente llamativo. Con el paso de los años, sin embargo, todos ellos se integran de lleno en un país que, con toda justicia, les abre la llave de sus derechos.