A Paco León y a Carmina Barrios, su madre, no les hace falta demasiada promoción para triunfar, aunque al actor de ´Aída´ y director de ´Carmina o revienta´ y su secuela, ´Carmina y amén´, tampoco se le caen los anillos por hacer todo cuanto esté en su mano para que la gente vea sus películas.

Si con la primera entrega de la serie desafió al sistema de distribución y exhibición estrenando simultáneamente en internet y cines, esta vez, inmerso en el sistema convencional de producción, ha optado por otras acciones no tan rompedoras, pero sí muy ruidosas. ´Carmina y amén´, con toda probabilidad, se beneficiará del entusiasmo de León, pero lo cierto es que la película es más que un tratado de nueva mercadotecnia cinematográfica. Y es que esta segunda parte y broche final de la franquicia contiene gran cine y, sobre todo, un reparto brillante.

Aquí, León cuenta las vicisitudes de Carmina al morírsele su marido y cómo deciden esperar dos días hasta llamar a la policía y la ambulancia, con el objetivo de cobrar la paga doble que su esposo aún tenía pendiente. Esperpento español en estado puro, que tiene su mejor clímax en la secuencia del velatorio del muerto. Para no perdérsela.