Representa, con mucho, el mejor trabajo del director inglés Mick Jackson, que no hacía cine desde hace 15 años, cuando los sucesivos fracasos de películas como 'El guardaespaldas' y 'Volcano' le obligaron a refugiarse en la pequeña pantalla.

Curiosamente, este retiro profesional al ámbito de la televisión le ha permitido recuperar la forma de antaño. Es cierto que tenía a su favor una base muy consistente, el libro de la profesora universitaria Deborah Lipstadt Denial: 'Holocaust History on Trial', pero aun así las cosas podrían haber salido muy mal y, sin embargo, han funcionado tan bien que la cinta fue nominada al BAFTA a la mejor película inglesa del año.

Se ha visto beneficiada, asimismo, de la labor de adaptación del texto del guionista Oscar David Hare y de la interpretación de la siempre brillante Rachel Weisz y del ilustre veterano Tim Wilkinson.

Con una secuencia inicial verdaderamente llamativa, en la que Deborah Lipstadt es sometida a una tremenda e injusta presión por David Irving, un británico negacionista del holocausto judío, que delante de todos sus alumnos le ofrece mil libras, aireando de forma ostentosa el dinero, si demuestra que Hitler dio la orden de exterminar a todos los judíos. Además, Irving demandará por difamación a Deborah, dándose la peculiar circunstancia de que en el sistema legal británico, en casos de este tipo, el peso de la prueba recae en el demandado, por lo que Lipstadt y su equipo legal tuvieron que demostrar la verdad esencial de que el Holocausto sucedió realmente.

Es así como se abre paso un relato dedicado exclusivamente a este tema, algo que además de aportarle rigor hay que agradecer. Entre las peculiaridades que se dieron en el juicio, que tuvo lugar a finales de los años noventa, destacan la insólita y sorprendente decisión de los abogados de la demandada, que ante el estupor de la misma optaron por renunciar a que ella y hasta las víctimas, hicieran declaraciones. Una estrategia que se demostró muy apropiada.