La experiencia y la garantía imponen su ley y esta nueva película de Clint Eastwood no hace otra cosa que reafirmar, por un lado, la talla del cineasta, que en plena madurez denota unas facultades y una lucidez insólitas de alguien que ha cumplido los 86 años, y por otra su maestría a la hora de contar con impecables resortes narrativos y dramáticos un hecho real.

Se trata del accidente acaecido el 15 de enero de 2009 del avión 1549 de la compañía US Airways, que se vio obligado a amerizar sobre el río Hudson poco después de haber salido del aeropuerto de La Guardia de Nueva York. Milagrosamente, el suceso, provocado por una bandada de aves que inutilizó los dos motores, se saldó sin una sola víctima y con los 155 pasajeros y miembros de la tripulación en perfecto estado. Aunque en su momento el caso, que ocupó con toda lógica las primeras páginas de los medios informativos, significó que el piloto del vuelo, el capitán Chesley Sully Sullenbergen, se convirtiera en un auténtico héroe nacional, un modelo de piloto que supo no sólo mantener el tipo en unos breves segundos que se hicieron terribles, sino elegir la opción de un amerizaje que no tenia ni un solo precedente de final feliz, lo cierto es que apenas unos días después del hecho se abrió una investigación por parte del Consejo Nacional de Seguridad del Transporte encaminada a juzgar la decisión adoptada por Sully. Es más, para miembros del mismo el piloto habría cometido un grave error al no regresar al aeropuerto y considerar que se jugó con ello la vida de todo el pasaje.

Cuando Clint Eastwood conoció detalles de este tema, gracias en gran medida al libro del propio Sully y de Jeffrey Zaslow, se sintió sorprendido, ya que pensaba que cualquier persona que logra mantener la calma cuando algo va mal y que puede resolver los problemas sin entrar en pánico, tiene un carácter superior y resulta interesante verla en una película. Aun así, lo más increíble para él es que el conflicto real vino después, cuando el consejo de investigación cuestionó sus decisiones aunque hubiese salvado tantas vidas.