Está a la altura de las circunstancias y del reto que suponía forjar la segunda parte del largometraje de animación español más ambicioso de todos los tiempos, la nueva aventura de Tadeo Jones, que ha contado con un presupuesto enorme en el marco de nuestra industria de 9 millones de euros, aunque siga siendo ridículo frente a los 175 millones que, por ejemplo, costó Inside Out.

Con buena parte del equipo técnico de la cinta anterior, donde la novedad de mayor peso ha sido la incorporación del director David Alonso, que ha formado equipo con Enrique Gato, realizador exclusivo de la primera entrega, este largometraje de 86 minutos consigue interesar al auditorio infantil y hacerle entrar en los dominios de un divertido y azaroso mundo. Con el propósito de convertirse en un arqueólogo prestigioso, Tadeo va a seguir, por un lado, sus estudios de arquitectura y, por otro, se erige en un émulo de su admirado Indiana Jones dispuesto a hacer frente a los retos de la cultura de las grandes civilizaciones del pasado.

Si no fuera suficiente con eso, todavía le motiva un factor de más peso, el romántico, no en balde Tadeo está enamorado de la colega Sara Lavroff, con la que vuelve a formar equipo en Las Vegas, donde ella ha acudido para asistir a la presentación de un papiro que confirma la existencia del Collar de Rey Midas, el mítico monarca que todo lo convertía en oro. Las bases de la aventura están sentadas y solo falta un motivo, que no será otro que el secuestro de Sara por parte de un perverso magnate, y la incorporación al equipo de Tadeo del loro Belzoni, del perro Jeff y, como principal novedad, una momia más ridícula y pinto- resca que siniestra.

Con el respaldo de la simpática Tiffany, que siente algo más que amistad por Tadeo, la expedición se pone en marcha y no hay quien la pare. Si técnicamente es notable, con soluciones narrativas brillantes, en el estético es difícil conseguir mejores resultados con tan limitado equipaje. La larga secuencia final es expresiva al respecto y ratifica lo que no deja de ser un logro elocuente y más que sorprendente, que la película previa superase los 50 millones de recaudación en taquilla. Unas cifras que podrían ser superadas de nuevo.