Muestra una realidad muy actual de la familia que no ha asomado con demasiada frecuencia en las pantallas y lo hace, en el plano de la comedia, con agilidad y buenas maneras, sabiendo casi siempre el terreno que pisa y sacando un notorio partido de unos diálogos jugosos e inteligentes. Los resultados son, en base a ello, satisfactorios, confirmando unas virtudes en el director Carlos Marquet-Marcet que ya demostró, con evidente sorpresa de muchos porque era su opera prima, en la espléndida 10.000 km.

El sentido del humor, la descripción de los personajes, en concreto de los tres protagonistas, y la enjundia de unas conversaciones muy reveladoras, son un soporte más que válido para defender esta película española rodada en los canales de Londres en inglés y castellano en la versión original.

De la mano de Natalia Tena, Oona Chaplin -hija en la película y en la vida real de Geraldine Chaplin- y David Verdaguer nos instalamos en una de esas barcazas que navegan por el Regent’s Canal londinense apara ser espectadores privilegiados de la vida íntima de un trío peculiar. Lo componen Eva y Kat, que forman pareja y están atravesando un momento importante en su relación al plantearse el tema de tener un hijo, y Roger, un amigo de ambas que ha llegado de improviso desde Barcelona.

Este último aparece en una coyuntura tan peculiar que las dos mujeres le piden que colabore, donando su esperma, en la maternidad de Natalia, que es sin duda la más interesada en el asunto porque, como ella piensa, a sus 35 años no puede alargar al espera. Será, por ello, una inseminación que podría denominarse casera afrontada con no demasiadas garantías.

Se consuma así un debate abierto eficaz y que funciona, aportando a la cinta una dosis de vitalidad que se agradece. No siempre, en efecto, la cosa funciona a la perfección, pero por fortuna hay recursos en juego para evitar que algunas debilidades se hagan endémicas. Es más, esta es una de esas películas que mejoran a medida que avanza la proyección. Por eso, pese a que no se sitúe al nivel de 10.000 km, ofrece alicientes sobrados para concertar una cita en la sala de estreno.