Una reconfortante sorpresa que nos llega, nada menos, de tierras búlgaras, una cinematografía desconocida por completo en estos lares que ofrece prometedores signos de futuro de la mano de dos directores a tener en cuenta, Kristina Grozeva y Petar Valchanov. Ya lo de mostró, de hecho, con La lección , firmada por los mismos cineastas, que acogió una decena de premios internacionales, e insiste ahora con Glory , que es el título internacional de Un minuto de gloria , que se hizo con los galardones a la mejor película, al mejor guión y el de la Crítica en el Festival de Gijón.

Una recompensa que suena a justa en una cinta que subraya la dignidad del individuo en el seno de una sociedad en la que el hombre es humillado y en el que la corrupción se extiende a sus anchas con la más absoluta impunidad. La historia de Tsanko Petrov es la de un individuo insólito que actúa con una entereza e integridad notorias cuando es protagonista de un hecho curioso y revelador. Empleado de la empresa de ferrocarriles, en calidad de guardavía, que puede ser el grado más humilde del escalafón laboral, una mañana se ve sorprendido al ver una enorme cantidad de dinero en metálico, alrededor de un millón de levs, entre las vías del tren.

Es entonces cuando demuestra su honradez al ponerse en contacto con sus superior es y entregarles todo ese capital. Lo hace valiéndose de una intermediaria, la secretaria del Ministerio de Transporte, que está viviendo un prometedor proceso personal que debe culminar con ser madre a sus cuarenta años.

El caso es que entre este tema y el enquistamiento de una burocracia terrible e inhumana, Tsanko va a sufrir el mayor grado de desprecio y de falta de sensibilidad que puede concebirse. No ya por el «regalo» del que va a ser objeto, sino por el increíble «homenaje» que recibe. Un asunto que, si cabe, se agrava con su condición de tartamudo que le impide expresarse con fluidez y claridad. Con una definición precisa y enjundiosa de los personajes, no solo del honesto protagonista, el filme también revela los representantes de una casta lamentable de la administración que no tiene la más mínima calidad humana.