Con un pie en los 50, Keanu Reeves vuelve al cine comercial con 'La leyenda del samurái: 47 ronin'. Un filme donde espectaculares parajes digitales y bestias míticas envuelven la historia de un luchador de extraordinarias dotes, esclavizado en el Japón feudal, al que 47 guerreros -sin señor por culpa de un caudillo traidor- piden ayuda para recuperar el honor perdido.

Poco después llegará 'Man of tai-chi', con la que el actor debuta como director. La película, de acción, le permite sumergirse en las filosofías orientales que tanto admira desde que las estudió para encarnar 'Matrix', su gran éxito, junto al thriller 'Speed', que le convirtió en estrella hace 20 años, o 'Le llaman Bodhi', que le dio a conocer.

Nacido en Beirut y criado en Nueva York y Toronto, debutó en 1986 en 'Forja de campeones'. Aunque a menudo se le considera poco expresivo, debe su prestigio a filmes como 'Las amistades peligrosas', 'Mi Idaho privado', donde formó pareja gay de ficción con su amigo River Phoenix, y 'Drácula', de Coppola.

Muy discreto en lo personal, sufrió la muerte de su hija en la sala de partos y la de su exnovia y madre de esta en un accidente de tráfico, hace una década.