Con Cameron Díaz siempre pasa algo. Este cronista no va a tener mucho tiempo con ella, apenas 15 minutos, le dicen. Tendrá que ser rápido, pues. Y además no estaremos solos: seremos un trío. Pero, como decía Andy Warhol, donde uno es compañía, dos pueden ser una multitud y tres, bueno, con tres esto puede resultar una fiesta... Con Cameron Díaz. El tercero en concordia en este encuentro es Jason Segel.

Los aficionados a las (buenas) series televisivas reconocerán a este actor como uno de los protagonistas de la comedia de situación 'Cómo conocí a vuestra madre'. ¡Atención, pregunta! ¿Por qué estas comedias de capítulos de media hora se denominan "de situación" ('sitcom')?. Y mientras uno se rasca la cabeza pensando en el asunto, de camino al encuentro con Cameron Díaz y Jason Segel para hablar de su película juntos, cae en otra cosa: ¿ya ha comentado a estas alturas que la cosa va de sexo? No; no es por nada. Es simplemente para que vayan retirando a los niños de estas páginas si lo consideran oportuno, aunque tampoco es para tanto. Tan sólo se va a hablar de una película que, en inglés, se titula 'Sex Tape' (o sea, vídeo porno casero) y a la que en español le han añadido el imaginativo título de 'Algo pasa en la nube', por si la referencia a esa película de 'Algo pasa con Mary' no quedaba suficientemente explícita con la presencia en el reparto de Cameron Díaz.

En realidad, 'Sex Tape', que este fin de semana acaba de llegar a los cines en España, es una divertida comedia (también hay comedias tristes... a su pesar) sobre la importancia del sexo en el matrimonio. Una comedia capaz, al mismo tiempo, de tocar asuntos de un cierto calado en estos tiempos de tecnología doméstica y soledad compartida (por internet).

El encuentro con Cameron Díaz y Jason Segel es para hablar de una película que, si no se llamara 'Sex Tape', se podría haber titulado también 'Sexo, matrimonio y cintas de vídeo... en la nube', por recurrir a otra cita cinematográfica.

"Cuando recibí el guión pensé que era una buena manera de tratar asuntos como el matrimonio y la supervivencia del matrimonio. Y de hacerlo, además, en clave humorística", dice Cameron Díaz de su último filme. "Me encantó -añade- el punto de partida. El de una pareja en crisis que busca alternativas a su aburrida y, por momentos, inexistente vida sexual. Me pareció, en fin, la oportunidad de contar una gran, loca y divertida historia".

Y lo dice ella, que es la soltera de oro en Hollywood, tras sus romances truncados con, cuidado, que la lista es larga -o eso dice, cuando menos, la prensa del corazón-, Matt Dillon, Jared Leto, John Mayer y Justin Timberlake; tras su convivencia de un lustro, que empezó cuando ella tenía 17 años, con el productor de vídeos Carlos de la Torre.

O sea que esta actriz californiana, a sus 41 años, sabe un rato de parejas, de convivencia y de rupturas. Pero 'Sex Tape' habla, además, de los peligros de subirse a la nube de la tecnología y luego caerse de ella con todo el equipo. La nube: ese lugar en el que, mediante uno o dos clics, una filmación doméstica puede convertirse en pública y notoria: esa nube que pocos entendemos y que tanto peligro tiene.

"No me gusta el nombre de nube", reflexiona Cameron Díaz. "Las nubes no son de fiar. Están ahí y un momento después se han ido. O descargan de golpe toda el agua y te dejan hecho un desastre, chorreando". En español se dice "estar en las nubes", cuando alguien está, bueno, "en las nubes". Jason Segel recuerda que los Rolling Stones ya lo dijeron con claridad en aquella canción: "¡Eh, tú! ¡Bájate de mi nube!". Cameron, por su parte, preferiría que la nube fuera algo más sólido: "Que se llamara algo así como ´la roca´ -bromea-, porque una roca inspira sentimientos de mayor solidez y confianza que una nube difusa".

En 'Sex Tape', Cameron Díaz es Annie y Jason Segel es Jay. Forman un matrimonio que decide meter un poco de sal y pimienta a su relación de 14 años. ¿Cómo? Después de darle muchas vueltas, y de intentarlo de muchas maneras, deciden grabar para la posteridad uno de sus cada vez más escasos momentos íntimos. Con ello quieren despertar el fuego que antes había entre ellos. El problema es que el fuego entre dos se convierte en un incendio cuando la grabación, pensada para la posteridad, o sea, para nadie, va a parar a la citada nube. ¡Horror! ¡Los vicios privados, convertidos en públicas virtudes!

Ambos ruedan desnudos en 'Sex Tape'

"Rodamos desnudos, efectivamente. Que no es lo mismo que aparecer desnudos en pantalla. Hay mucho sexo en esta película, o al menos se habla de sexo, y para ello los dos, Cameron y yo, tuvimos que estar sin demasiada ropa horas frente a Jake (Kasdan, el director). Pero en la película siempre hay algo entre la pantalla y nuestros cuerpos, estratégicamente colocado", afirma risueño el actor. "Es una manera de dejar clara la profunda conexión de la pareja, que se quiere como el primer día. Pero tiene problemas. ¡Y más problemas que se les vendrán encima!", añade Cameron Díaz, radiante y espontánea.

¿Le impuso respeto desnudarse en un rodaje?

"No; nada. Aunque tampoco es que esté desnuda todo el tiempo -dice la actriz corrigiendo a su colega-. Se me ve el culo un momento. Pero no es mucho más de lo que enseño en la playa con cualquiera de mis bikinis".

Es la primera vez que se desnuda ante las cámaras. "Cuando era más joven no lo hubiera hecho", responde la actriz. "Antes era más consciente del cuerpo, de su explotación. O más cobarde, no sé. Ahora no tengo que fingir que tengo 25 años. Me hago mayor y hay cosas que han dejado de preocuparme. A mi edad sabes un poco como funciona el mundo y te importa cada vez menos lo que piensen los demás. He perdido, o estoy perdiendo, el miedo y confío más en mí misma", afirma con su habitual sonrisa luminosa, encogiendo sus ojos azules que, es verdad, ahora se ven flanqueados de unas pequeñas arrugas que los hacen más interesantes y hermosos si cabe. Asegura que se ha quitado del bótox, en un libro que ha escrito sobre ella y su cuerpo y que se llama 'The Body Book'.

"No hay nada en 'Sex Tape' que no se haya visto antes en otras comedias semejantes. Es más transgresora por lo que dice que por lo que enseña", apunta Díaz.

Pero antes de seguir con Annie y Jay, con el amor y con el sexo, y con la crisis de una pareja de largo recorrido, antes de seguir colgados de la nube, como si dijéramos, se cuela una pregunta que es el resultado de la fascinación que el cronista siente por Cameron Díaz. Y también de una constatación: la evidencia de lo descarada que puede llegar a ser la actriz y, sin embargo, continuar siendo el "amorcito rubio" de todos, que diría un cursi. ¿Recuerdan el semen en su pelo en 'Algo pasa con Mary' (1998)? Pues eso. "No; no creo que sea verdad que yo diga tantas inconveniencias en mis películas. Pero en cualquier caso, creo que una actriz puede hacer casi todo y decir casi todo si se impone a sí misma ser honrada", asegura ella.

La honradez, difícil concepto aplicado a un trabajo como el de actor o actriz, cuya esencia es inventar, mentir. "¿La mentira puede ser sincera? Sí, por supuesto -afirma-. Inventas, pero tienes que hacerlo con una cierta verdad. En 'Bad Teacher' (2011), por ejemplo, mi personaje, el de la maestra borracha, era horrible. Podías acabar odiándolo. Pero al mismo tiempo, era un personaje que decía lo que pensaba. ¿Era una descarada? Pero también caía bien, precisamente por su sinceridad. Por ser como era. Mi responsabilidad, como actriz, con ese papel y con todos los papeles que me han tocado, es llegar a descubrir esa honradez en los personajes. No pretendo ser más lista que los espectadores. Tan sólo soy sincera y soy mentirosa, a la vez. Intento acercarme a la verdad y quiero escapar del cliché, como hace la borracha de 'Bad Teacher'. Y como hace Annie, el ama de casa de 'Sex Tape'".

Efectivamente, en 'Bad Teacher', Camerón Díaz daba vida a una displicente profesora a la que intentaba redimir el profesor de gimnasia, que no era otro que el mismo Jason Segel, quien ahora está a su lado en 'Sex Tape', la película que es la razón para que este cronista esté con ellos ricamente en un bonito hotel de Barcelona con forma de vela, de cara al Mediterráneo y con vistas privilegiadas de la ciudad. En ese hotel es donde ambos actores, Cameron Díaz y Jason Segel, se instalaron un par de días de finales de junio, cuando tuvo lugar este encuentro, para la promoción internacional de la película, rodada a las órdenes de Jake Kasdam, realizador que ya dirigió a ambos en 'Bad Teacher'. O sea que repite pareja, porque entre Jason y Cameron hay química. Podría decirse que lo suyo se parece cada vez más a un matrimonio.

Pero, aunque repita pareja y director, para Cameron Díaz, 'Sex Tape' no es lo mismo que 'Bad Teacher'. La actual película representa, en cierta medida, un cambio de registro en su cadena de jovencitas casquivanas y honestas hasta el ridículo. Ya no es esa joven inocente que ha interpretado en innumerables comedias, como en la mencionada 'Algo pasa con Mary' y también en 'La cosa más dulce' (2002), 'Algo pasa en Las Vegas' (2008) y otras tantas.

Decía usted que 'Sex Tape' es una película transgresora, ¿de qué manera?

Las relaciones largas son un desafío, ¿no? Personalmente es una batalla que yo no he sabido ganar. Pero es algo que todo el mundo que ha estado casado durante años conoce bien, y pensé que 'Sex Tape' era una manera inteligente y divertida de afrontar el asunto: el desafío de mantener viva una relación larga, de años. De mantener el interés sexual, también. Habla de una pareja que lleva muchos años juntos y se ha dedicado a sus niños y a su trabajo y se han olvidado un poco de ellos mismos. Han perdido o están perdiendo la chispa entre ellos.

Efectivamente, como cuenta Cameron Díaz, la pareja de 'Sex Tape' hace lo que puede para conservar su matrimonio, y quizá el efecto de esta película (a tenor de los resultados) sea que se multipliquen las grabaciones erótico-familiares. Que se pongan de moda las 'sex tapes' como terapia de pareja. Pero más allá de eso, es la historia de una grabación que se escapa de las manos de un matrimonio porque Jay, el marido, como tantos maridos, aprieta la tecla equivocada. "Esos accidentes son más comunes de lo que parece. Habla con cualquiera y verás. Siempre estamos a un paso de que todo se vaya al infierno", afirma Jason Segel.

Cuando ocurre el desafortunado accidente en 'Sex Tape' empieza, para Annie y Jay, una persecución nocturna que se convierte en una especie de '¡Jo, qué noche!' a lo Scorsese, con situaciones hilarantes e inesperadas. Una noche loca donde Annie y Jay intentan a toda costa desconectar su sucia película de la dichosa nube, ahí donde todos estamos conectados.

"Eso de que estamos conectados todos por internet es una falacia", interviene a propósito del tema Segel. "Vivimos en la ilusión de la conexión total. Pero es falso. Creo que, con tanta tecnología, se pierde el contacto con las personas y con la realidad. Mira una de esas típicas obras de final de curso que tanto abundan estos días. Si te fijas, la mayoría de los padres no ven a sus hijos. Dejan que la cámara lo haga por ellos. Los ven a través del iPhone o de la videocámara. Lo graban y dicen que lo mirarán luego, y luego no lo ven nunca. Es así: sensaciones reales: cero. La tecnología, que estaba pensada para unir a la gente, acaba por separarla. Nos convierte en extraños", dice el actor.

"Recuerdo cuando nuestros padres no nos grababan, sólo podían contar con la memoria. No creo que eso sea peor que dos horas de grabaciones que nadie soporta", corrobora Cameron Díaz. "Creo que es mejor la memoria, porque es el recuerdo de una experiencia real". "Es como esas fotos, cientos, miles de fotos que hacemos. ¿Y para qué? Para nada, en su gran mayoría no tienen sentido. Son absurdas", dice Segel. "Son fotos que te importan una mierda", coincide Díaz, deslenguada ella. "Se quedan ahí, en el disco duro, acumulándose sin sentido".

Parece que ambos intérpretes son muy críticos con las nuevas tecnologías y las redes sociales. ¿Es su película una crítica a la forma en que vive la sociedad, en medio de una tecnología que no entendemos? "No, 'Sex Tape' no aspira a tanto. No deja de ser una comedia para pasar el rato. Como mucho es un comentario sobre la naturaleza confusa de la tecnología en nuestras vidas", afirma Jason Segel. Y Cameron Díaz asiente, como si lo hubiera dicho ella misma. ¿No habíamos dicho que hay química entre ellos?