Muchos rodajes de conocidas películas de terror de temática diabólica han estado salpicados de sucesos paranormales, como si el ángel caído quisiera avisar de su presencia, de alertar de que no se metan en su terreno. En algunos casos incluso terminaron en tragedia. Así sucedió en una famosa producción de los 80 de Steven Spielberg que te relataremos al final de este reportaje.

'Annabelle' (2014)

Uno de los últimos ejemplos de rodaje maldito. La muñeca Annabelle existe de verdad, aunque su aspecto real dista mucho del que nos presenta el exitoso film. Su peligrosidad es tal que permanece encerrada en una urna de cristal en el Museo Warren.

La película se basa en un caso real de posesión demoniaca del que se ocupó en su día el matrimonio Warren, especialistas en lo paranormal (otra de sus investigaciones nos la contaron en 'Expediente Warren', donde hizo acto de aparición por primera vez la pérfida muñeca).

El productor de Annabelle, Peter Safran, cuenta que en una escena en la que el demonio del film persigue a un conserje, una lámpara se rompió de forma inexplicable y le cayó en la cabeza.

Pero el hecho que más nos pone los pelos de punta lo presenció el director John R. Leonetti. "En una ventana llena de polvo vi la marca de tres dedos entre la suciedad". ¿Eran los tres dedos del demonio de 'Annabelle'?

'El Exorcista' (1974)

Sacar adelante la que quizá sea la película más terrorífica de la historia fue un verdadero 'tour de force', aunque sin duda mereció la pena. La filmación estuvo plagada de accidentes y mal rollo. Wiliam Friedkin, el director, desquiciado, pidió al cura que asesoraba al equipo del film que exorcizara el plató, a lo que éste se negó porque sería atraer aún más al maligno.

Repasemos algunos sucesos que se registraron durante el rodaje: las actrices Linda Blair y Ellen Burstyn se dañaron la columna tras sufrir sendos accidentes; el estudio de la Warner donde se rodaba se incendió tres veces sin nadie dentro; el hijo de Jason Miller (el actor que interpretaba al padre Karras) murió decapitado por una moto, y los actores Vasiliki Maliaros (la madre del Padre Karras) y Jack MacGowran (el cineasta de la película) murieron antes del estreno.

'La semilla del diablo' (1968)

Roman Polanski se atrevió a adaptar la novela de Ira Levin 'Rosemary´s baby' sin saber que el mal estaba al acecho. 'La semilla del diablo' es de infausto recuerdo para el cineasta polaco, que ya comenzó con mal pie el rodaje.

Y es que la elección del neoyorquino Edificio Dakota no parecía la mejor elección, o sí. El inmueble era la residencia del mago y ocultista Aleister Crowley y a cuyas puertas Mark David Chapman asesinó a John Lennon en 1980.

Otro detalle a tener en cuenta es el cameo en el film de Anton LaVey, autor de 'La Biblia Satánica' y fundador de la Iglesia de Satán.

Así las cosas, pasó lo que tenía que pasar. El productor del film, William Castle, fue ingresado con un fallo renal mientras deliraba con escenas de la película. También tuvo que ser hospitalizado por un coágulo cerebral Kryzstof Komeda, compositor del film y que finalmente acabaría muriendo.

Pero el detalle más escabroso ocurrió un año después del estreno del film. En agosto de 1969, la secta liderada por Charles Manson asaltaba la casa de Polanski en Los Angeles asesinando a cuatro personas, entre ellas la actriz Sharon Tate, esposa del director y que se encontraba embarazada.

'La Profecía' (1976)

Otro clásico diabólico de los años 70 fue 'La Profecía', que tampoco se libró de los fenómenos extraños. La película de Richard Donner arrancó con una coincidencia un tanto curiosa: los aviones en los que viajaron al rodaje Gregory Peck (actor principal) y David Seltzer (guionista) fueron golpeados por un rayo en pleno vuelo.

Además, Peck canceló a última hora un billete en un avión que acabaría estrellándose, muriendo todos sus pasajeros. Donner, por su parte, se alojó en un hotel de Londres que sufrió un atentado del IRA.

Mencionar también que los perros Rottweiler empleados en el film atacaron a sus cuidadores y un guardián del zoo donde se rodó una de las escenas del film murió en las fauces de un león.

'Poltergeist' (1982)

Probablemente la cinta más maldita del cine. Producida por Steven Spielberg y dirigida por Tobe Hooper, el film es más recordado por los trágicos sucesos que se registraron tras su estreno que por la capacidad de inquietar del mismo.

Durante el rodaje hubo incendios sin causa aparente, luces que se encendían y apagaban solas, y otros fenómenos presuntamente paranormales.

Pero el verdadero terror vino tras el estreno. Dominique Dunne, la hermana mayor de la familia de la película, fue estrangulada por su novio. La siguiente víctima de la maldición de 'Poltergeist' fue el actor Julian Beck, fallecido a causa de un cáncer de estómago detectado durante la filmación de la segunda entrega.

También murieron Will Sampson, el indio de 'Poltergeist II', al año siguiente del estreno, y la niña Heather O´Rourke, la dulce Carol Anne de la trilogía, por una extraña enfermedad estomacal mal diagnosticada poco después del estreno de la tercera parte de la saga en 1988. Tenía solo 12 años.

'Tres hombres y un bebé' (1987)

En esta inofensiva cinta familiar que nada tiene que ver con el género de terror se observa un detalle cuanto menos inquietante. En una de las escenas aparece tras unas cortinas la figura de un niño. Los responsables del film dicen que simplemente es un trozo de cartón descartado que los técnicos se olvidaron de retirar. Juzgar vosotros mismos viendo el vídeo (en el segundo 35).