Australiano (Melbourne, 1983), marido de Elsa Pataky y padre de sus tres hijos, aprovecha las pausas que le deja el poderoso Thor, el superhéroe de Marvel al que debe su estatus estelar, para labrarse un nombre junto a cineastas de prestigio como Ron Howard o Michael Mann. En Blackhat, amenaza en la red es un manitas de lo cibernético que elabora, sobre la marcha, su código moral.

¿Qué le decidió a rodar Blackhat?

Trabajar con Michael Mann, que es uno de mis directores favoritos. He crecido viendo sus películas. Y me ha ofrecido uno de esos personajes que se mueven entre el bien y el mal. Tan pronto se ve en la cárcel como colabora con el FBI. Por eso es reservado y descon?ado.

¿Se ve reflejado en él?

No demasiado. No soy para nada así. Por eso me resulta tan apetecible como personaje.

¿Le interesa el mundo cibernético?

Me interesa, aunque le he podido dedicar poco tiempo. Lo bueno de ser actor es que cada personaje te hace descubrir cómo funcionan diversos ámbitos de la sociedad. He pasado varios meses recibiendo clases de informática de algunos de los tipos más listos de este mundillo.

¿Qué ha aprendido de ellos?

A ser más precavido con los datos personales que dejamos circular por la red. Estamos más expuestos de lo que pensamos. Hay que cambiar las contraseñas con frecuencia. En cualquier caso, prefiero mantener mis secretos a salvo en mi cabeza y no en el ordenador.

¿Ni Facebook ni Twitter?

No. Sólo lo imprescindible. Las redes sociales no me van. Trabajo con los mensajes de internet porque es inevitable ya, pero no comparto fotos ni nada privado.

¿Cómo se preparó para encarnar a un convicto en este último filme?

Visité prisiones y hablé con reclusos intentando entender sus motivaciones y si se arrepienten de lo que hicieron al perder su libertad. Tuve conversaciones muy personales y también muy intimidantes.

Tráiler oficial de 'Blackhat', la última película de Chris Hemsworth.

¿Qué ha aportado al personaje?

He tratado de huir del cliché del hacker y componer un personaje introvertido y tímido que, en el fondo, es un maestro en lo suyo

Gran parte del rodaje se realizó en Hong Kong. ¿Lo conocía?

No, y estar allí fue increíble. Es un lugar muy especial. Sus calles tienen un sonido único. Produce una reacción física estar ahí. Cambiar de entorno te renueva y es uno de los privilegios de mi trabajo.

¿Qué más le atrae de su profesión?

Lo que me exige. Como ?lmar en 70 lugares de varios países en sólo unas semanas. Es agotador y fascinante a la vez. Nada es nunca como lo esperas. Cada rodaje es una fuente de conocimiento inestimable.

¿Y lo que menos?

Soy muy duro a la hora de juzgar mi trabajo, pero me esfuerzo en crecer en cada película, sea cual sea. De todo se pueden extraer enseñanzas.

¿Qué repetiría?

El personaje de Thor. De hecho, en unos meses se estrenará la nueva entrega de Los Vengadores y ya se prepara otro ? lme: Thor: Ragnarok.

¿Y qué no?

No creo que volviera al concurso Dancing with the Stars. Bailar no es lo mío, pero hacerlo ante millones de personas me sirvió para aprender a no tomarme muy en serio.