Gracias a su saber y destreza en el combate cuerpo a cuerpo, Steven Seagal ha salvado al mundo en numerosas ocasiones. Sanguinarios villanos, despiadados magnates, dictadores tiranos y organizaciones criminales de todo pelaje han sucumbido ante el poderío de la estrella del cine de acción. Pero eso forma parte de la ficción... o no.

Y es que el gobierno de Serbia quiere que Seagal comparta las increíbles habilidades que mostró en la pantalla grande en la vida real y sea el entrenador de las fuerzas policiales especiales serbias especiales y se convierta en su maestro de Aikido, el arte marcial japonés.

"Cuando tienes a una famosa estrella que llega a Serbia, que ama tanto a nuestro país y a nuestro pueblo, nuestro deseo es tenerlo de vuelta", dijo el alcalde de Belgrado, Sinisa Malí, en declaraciones recogidas por el diario británico The Independent.

Durante una visita de tres días en Belgrado, la capital serbia, el actor de 63 años se reunió con el primer ministro del país, Aleksandar Vucic, y el presidente pro-ruso, Tomislav Nikolic. Seagal recibió un premio de la Fundación Hermanos Karic, con sede en Belgrado por su labor humanitaria y dijo estar muy orgulloso de tener el mismo honor que el presidente ruso, Vladimir Putin.

Recordemos la estrecha relación entre Seagal y Putin. El presidente ruso llegó incluso a proponer al protagonista de Alerta Máxima, Justicia urbana o Al filo de la muerte como emisario de Rusia en Estados Unidos.