Es prácticamente imposible que a uno no se le escape una lagrimilla nostálgica durante el visionado de Ella. Las mismas lágrimas de alegría que corrieron de manera disimulada por las mejillas de los profesores de la Unidad de Animación y Tecnologías Audiovisuales (LADAT) de la UIB al recibir la noticia de su nominación al Goya. Entre la lluvia del champán descorchado, Juan Montes de Oca, director y alma del proyecto, cerraba puños y contenía la emoción. No era la primera vez que rozaban la gloria, pero sí la primera vez que realmente pueden alcanzarla.

Hablar de Ella es sinónimo de constancia, horas sin dormir y sobresaltos de último minuto. Tantos, como que a 36 horas de que concluyera el plazo de presentación de candidaturas, el cortometraje aún estaba en la isla... y sin acabar. "Lo confesamos. Apuramos hasta el último momento porque queríamos que fuera perfecta. Con lo que no contábamos era con que la empresa de transporte no garantizaba que la cinta llegara puntual a Madrid. Así que optamos por comprar un billete de avión a un miembro del equipo que llevó la película en mano hasta la Academia", cuenta entre risas Sergio Camacho, coordinador de LADAT.

Todo parece poco para la que es la guinda al pastel del máster MAISCA de la Universitat, que sopló recientemente 22 velas. Más de dos décadas de investigación y proyectos en el campo audiovisual, con multitud de reconocimientos y galardones, que ha dado su primer fruto. Ella es el primer cortometraje de animación realizado íntegramente por el equipo de 16 profesores de esta unidad; de hecho, los alumnos solo han podido opinar al final. Para ellos también fue toda una sorpresa.

¿Pero por qué ahora este salto al vacío? "Necesitamos mantener vivo el máster y todos los proyectos del LADAT. Tenemos cero subvenciones, vivimos prácticamente de las matrículas de los alumnos y, de alguna manera hay que sobrevivir. Lograr proyección nacional e internacional es prioritario. ¡Imagina lo que supondría que nos dieran un Goya!", explica Juan Montes de Oca, director y alma mater de la cinta candidata, de 20 minutos de duración y que ya puede verse en www.ellamovie.es o en la web de DIARIO de MALLORCA.

Si Semilla del recuerdo y La luz de la esperanza, dos cortos de alumnos que aspiraron a conseguir un ´cabezón´ en 2006 sirvieron "para demostrar que en la isla teníamos nivel", la nominación de Ella "consolida los años de trabajo. Llegar es fácil y hacer algo bueno es posible; lo realmente difícil, y más hoy en un mundo en el que las nuevas tecnologías están al alcance de todos, es mantenerse", subraya Montes de Oca.

Nombrar a los responsables de que esta cinta rodada con técnicas de animación 3D, sería casi imposible por la cantidad de amigos (el cantante John Tirado y los actores Margarita Sofía Muñiz y Emili Gené, entre otros), y colaboradores que dijeron sí al guión del director de LADAT. "A mí me encantó. Cuando me lo dio a leer supe que había algo especial", reconoce Jaime Juan Soteras, profesor y animador de la Unidad. Suya es también la adaptación de la letra de My Girl para Ella, clave, aseguran, de que la película emocione. "Hay que ser conscientes de que quienes van a valorar el corto son gente del cine, no expertos en nuevas tecnologías. Y aunque a nivel de animación la técnica es muy muy buena, hemos querido prestar mucha atención a la historia", reconocen. Y de paso, analizan a sus rivales. "No los hemos visto todos pero nos parecen muy interesantes. Pero nosotros apostamos por lo nuestro. Somos optimistas".

Ella es su hija favorita, a la que han dedicado fines de semanas y horas extras. Por eso, no pueden cifrar cuánto ha costado. "Piensa que una película de animación de 90 minutos vale millones de euros. Ella dura 20. No hemos cobrado nada, esa no es nuestra idea", afirma Montes de Oca. Eso sí, el Govern ha aportado el 20 por ciento de ese "hipotético" presupuesto que permitirá cubrir algunos gastos. Porque, más allá de los Goya, la idea es que el cortometraje viaje de Mallorca a Nueva York y otros festivales y circuitos de cine mundiales. "Seguro que Ella nos dará muchas más alegrías". Y eso que la historia es algo nostálgica: el amor frustrado entre un cantante de soul y una joven estudiante extranjera que se reencuentran muchos años después en la isla. Las postales finales, con Mallorca como escenario, sirven también de reclamo turístico. El cine tiene ese poder.