Es un hecho que la representación del acto sexual en las películas deja mucho que desear. A continuación, te mostramos diez falsedades que la industria cinematográfica ha instalado en el imaginario popular.

Todo o nada

La industria cinematográfica parece tener una máxima respecto a las escenas sexuales: o son perfectas, o un completo desastre. No hay punto medio. Algo que poco tiene que ver con la vida real, donde hay bastantes más posibilidades.

El uso del condón

Parece que las ansias que los protagonistas tienen durante las escenas subidas de tono hacen que se olviden de un pequeño detalle: el preservativo.

Los productores cinematográficos deben pensar que es de poco glamour parar en seco la tórrida escena para que la pareja se pregunte si tienen un condón a mano. Así que solo nos queda suponer que se lanzan al acto sin protección. Sin duda, una mala lección para los espectadores.

El histriónico orgasmo femenino

Si los placeres tienden a ser exagerados en el cine, el orgasmo femenino se lleva la palma. Estamos acostumbrados a ver cómo ellas llegan al éxtasis entre jadeos desmedidos, gestos raros y gritos bastante exagerados. Que hay gente para todo, sí, pero podemos afirmar que la mayoría de los mortales no alcanza el orgasmo de esa forma, si lo alcanza.

Por otro lado, la técnica del "aquí te pillo, aquí te mato", ha popularizado la idea errónea de que la mujer siempre llega al orgasmo durante las relacione sexuales, cuando, en la vida real, no suele ser así.

El tabú sobre la masturbación femenina

Sí, las mujeres se masturban igual que los hombres, pero apenas existen muestras de ello en la gran pantalla.

Una película actual que se ha atrevido a mostrar una situación así es 'The Babadook', en la que podemos ver una escena con consolador incluido. Otra de ella es 'Fucking Amal', en la que podemos ver a una de las protagonistas masturbarse en su cama.

Una vez más, vemos que la representación de hombres y mujeres no es igual. Estamos más que acostumbrados a ver la masturbación femenina en el cine.

Estar casado conlleva no hacer el amor

Es una realidad que, con el paso de los años, la pasión va disminuyendo en las relaciones de pareja. Pero, aunque los encuentros sexuales no sean tan abundantes en el matrimonio como en el noviazgo, tampoco desaparecen.

Sin embargo, en la mayoría de los filmes en los que aparecen parejas casadas, el sexo es un bien escaso -sino inexistente- en su relación.

El hombre siempre está preparado

Otro de los clichés cinematográficos que solemos encontrar en cuanto al sexo, es la representación del hombre como una máquina sexual siempre preparada para la acción. Poner al hombre como un animal incapaz de controlar sus instintos sexuales, no es precisamente un buen ejemplo que ayude a derribar el estigma social.

O hetero, o gay

La falta de representación de diversidad sexual en el cine es uno de los graves problemas de la industria. Aunque la representación del colectivo LGTBIQ+ sea cada vez mayor, aún queda mucho camino por recorrer. Lo más común es que las películas muestren personajes que se definan como heterosexuales u homosexuales, pero, ¿dónde están los bisexuales? ¿Dónde los pansexuales? ¿Y los asexuales?

El tabú del cunnilingus

A pesar de ser una de las prácticas sexuales más habituales y placenteras, el cunnilingus es el gran olvidado de las escenas eróticas en el ámbito cinematográfico. Más que de una mentira, se trata de una omisión. Nuevamente, si comparamos entre géneros, nos encontramos con que es el femenino el que sale perdiendo. ¿Cuántas felaciones a hombres hemos podido ver en películas?

Confusión de nombres durante el acto sexual

Esto es algo a lo que se recurre a menudo en comedias románticas, pero que únicamente forma parte de las situaciones surrealistas que a menudo se podemos ver en el cine. ¿A alguien le ha ocurrido alguna vez que se haya equivocado de nombre mientras hacía el amor? No es imposible, pero ciertamente suena más a película que a realidad.

Sexo de pie y en posturas poco convencionales

Muchas parejas pasan por una época donde la experimentación es su mejor aliada. Probar posturas nuevas puede resultar excitante, pero en la vida real no suele ser tan divertido y satisfactorio como nos muestran en el cine.

En las películas, es habitual ver escenas en las que los protagonistas hacen el amor de pie y, además, alcanzan el orgasmo. Pero la realidad es que es necesaria mucha fuerza para hacer una postura así sin que se te quiten las ganas de continuar practicando sexo.