Aunque cualquier época del año es buena para los tragos, los expertos en coctelería ven en el verano la mejor época para popularizar su arte: "El verano es la mejor época para probar cosas nuevas, tanto los baristas como los clientes. El español cada vez es más exigente, viaja y cuando vuelve a casa, quiere encontrarse cosas que ha probado en otros lados. También la época veraniega te permite jugar con más frutas y verduras, que dan más juego y permiten combinaciones más refrescantes" afirma Pablo Collantes, coctelero del prestigioso local A de Arzábal, en Madrid.

Frutas y verduras cada vez más selectas y de mejor calidad que matizan con especias, zumos naturales, y hasta mantequillas saladas, néctares dulzones que recuerdan al queso (cordiales) o nuevos experimentos como destilados de bacon. "Si hace 10 años la cocina vivió un boom creativo, ahora la coctelería está heredando técnicas e ingredientes venidos de la gastronomía. Ya es habitual ver sifones para crear espumas, sopletes para tostar, hielo seco para dar teatralidad al cóctel?" afirma Héctor Henche, director creativo Fizz Bartenders. Eso hace al coctelero casi un experto gastronómico y un psicólogo "para nosotros es bueno, porque esta nueva situación te hace probar nuevas cosas y probarte a ti mismo. Consigues llegar al cóctel personalizado, dependiendo de la hora del día y de los gustos que ya conoces de un cliente".

Pese a todo, la tendencia actual pasa por una vuelta a los clásicos olvidados, ahora desarrollado con destilados Premium: "En España estamos desterrando la idea de que hacer un combinado con un destilado de alta calidad es cargarse el producto. Precisamente es al contrario: el resultado es mucho mejor. Y al ser España un país donde se consume principalmente whisky, es el momento para usar los de mejor calidad para innovar su consumo. Si antes fue el momento del mojito y el gin tonic, es el momento del whisky, del mezcal, del pisco" confía Héctor Henche.

Cócteles creativos

Precisamente, uno de los whiskies de malta más conocidos a nivel internacional, The Macallan, también ha apostado por innovar y maridar sus combinados con la cultura de nuestro país. Y es que en los entreactos del Festival de Peralada en Girona, se servirán cócteles inspirados en el flamenco y la ópera, creados para la ocasión.

La pasión lírica de la célebre ópera de Umberto Giordano, representada por la Orquesta y el Coro del Gran Teatre del Liceu de Barcelona, se ha estrenado en los elegantes jardines del castillo en la presente edición del Festival y su argumento en torno a la Revolución Francesa ha sido clave para el desarrollo del cóctel Andrea Chénier.

Tomando como referencia uno de los ingredientes más representativos de la gastronomía francesa, la mantequilla, se ha reinterpretado el clásico cóctel Hot Buttered. El resultado es la perfecta unión entre cítricos, como el limón y la naranja, además de la suavidad otorgada por la canela y los toques aromáticos al jerez, pilar fundamental de este whisky de malta.

Por otro lado, la magia del flamenco de Sara Baras llenará una vez más el Festival con su esperado espectáculo Medusa, La Guardiana a principios del mes de agosto, momento en el que la artista gaditana recibirá la Medalla de Honor del Festival en la edición de este verano, un reconocimiento que han recibido figuras como Montserrat Caballé o Paco de Lucía, entre otros.

The Macallan ha querido rendir también su particular tributo a la bailaora creando un cóctel que representa la pasión flamenca del sur de España, elemento común con el prestigioso whisky de malta dadas sus raíces jerezanas. El vibrante color rojo de las frambuesas combinadas con el sutil dulzor de la miel y todo el frescor del romero mediterráneo, son las claves para un resultado inesperado, que permite al consumidor sumergirse en el mundo del flamenco.