Las hamburguesas son sin duda uno de los platos más populares en el mundo Occidental. Su origen se remonta al siglo XIX, cuando alguien -existe controversia sobre quién fue su creador- decidió innovar en la cocina y colocar un filete de carne picada entre dos panecillos. Fue sin embargo en el siglo XX cuando el bocadillo de hamburguesa se convirtió definitivamente en un icono universal, adquiriendo un especial simbolismo con la aparición del concepto fast food.

Esta característica de comida rápida es la causa que a menudo las hamburguesas estén asociadas a características peyorativas. No obstante, en los últimos tiempos este alimento ha conseguido superar en parte esta connotación negativa y ha logrado hacerse un hueco dentro de la gastronomía de calidad.

Desde su nacimiento, la hamburguesa ha ido evolucionando con diferentes diferentes variedades, hasta convertirse en un producto de moda del que ya no solo se puede disfrutar en locales de restauración. Así, cada vez son más los que se animan a preparar hamburguesas en su casa. Sin embargo, ¿sabes realmente como debe ser una hamburguesa perfecta? En estas líneas te damos algunas pautas a tener en cuenta para convertir este alimento en un sabroso manjar que puedas disfrutar sin salir de casa.

La carne

Como es evidente, la carne es el elemento clave si queremos asegurarnos de preparar la mejor hamburguesa. Por encima de todo debe elaborarse a partir de picadas de carne de calidad, a las que podremos añadir otros ingredientes para darle diferentes texturas y aromas, aunque siempre teniendo en cuenta que el protagonismo debe recaer en la materia prima. Vacuno, cerdo o ternera suelen ser las carnes más utilizadas, aunque también podemos recurrir a otras carnes más originales como pollo, perdiz, venado o incluso pescados como el salmón.

Otra opción son las hamburguesas vegetarianas o veganas, elaborados con legumbres -judías, garbanzos, lentejas€-, vegetales picados y cereales amalgamados con huevo o leche de origen vegetal.

Podemos realizar nosotros mismos la picada, con lo que tendremos la oportunidad de innovar y dar un toque personal a nuestra hamburguesa incorporando ingredientes como especias, unas setas, encurtidos picados, una cebolla pochada€ Para la picada, recuerda sazonarla bien y mezclarla con un poco de pan rallado y huevo batido. Si deseamos saltarnos este paso, siempre podemos recurrir a nuestra carnicería de confianza para que nos prepare nuestra hamburguesa perfecta.

A la hora de la preparación, es recomendable que la carne esté a temperatura ambiente, por lo que deberemos sacarla de la nevera una media hora antes de iniciar la preparación. Para cocinarla deberemos utilizar una sartén o una parrilla y recurrir a fuego medio-alto para conseguir que la carne -que no debe aplastarse- se tueste por fuera pero manteniendo los jugos. Este mismo jugo evita además que debamos utilizar una gran cantidad de aceite. Otra recomendación es evitar voltearlas más de una vez y trabajar con hamburguesas con un peso no superior a los 200 gramos, ya que si son de mayor tamaño es probable que nos queden poco hechas por dentro y quemadas por fuera.

El pan

De nada nos servirá recurrir a una carne de excelente digna de la mejor hamburguesa si luego la colocamos entre dos panecillos de dudosa calidad. Aunque la preparación de la hamburguesa puede hacerse sin pan, si deseamos prepararla en forma de bocata deberemos optar por un pan acorde a la calidad de la carne.

Los más avezados en las artes culinarias pueden optar incluso por elaborar su propio pan, pero si no es así lo más recomendable es optar por panecillos de panadería y no industriales porque de esta manera resistirán mejor el juguillo de la carne. Los panecillos más clásicos son tiernos, estilo brioche, pudiendo llevar o no semillas de sésamo, aunque también podemos optar por una buena chapata u otras variantes según nuestras preferencias. A la hora de servir es recomendable calentar un poco el pan para conseguir la misma temperatura que la carne.

Acompañamiento

El acompañamiento puede incluir múltiples ingredientes, aunque debemos aclarar que abusar de las mezclas -especialmente si se trata de alimentos precocinados que solo debemos freír- puede terminar estropeando nuestra hamburguesa perfecta.

Entre los múltiples ingredientes que podemos incluir para acompañar al plato, proponemos por ejemplo elegir entre lechuga, tomate, quesos de todo tipo y texturas -mozzarella, brie, gorgonzola, emmental€-, aceitunas, rúcula, albahaca fresca, patatas fritas, cebolla natural o pochada, pepinillos, bacón, berenjena€ , además de salsas como el kétchup o la mostaza, aunque también es recomendable no abusar de ellas. Como hemos dicho, los ingredientes son múltiples, por lo que solo nuestra imaginación podrá determinar los límites de nuestra hamburguesa perfecta.