­Banyalbufar, el pequeño pueblo digno de un gran anuncio, sigue preparándose para el que quizás se convierta en el verano más movido y con más turistas de su historia. Y con ese marco surge una nueva iniciativa que pretende dinamizar la localidad. Es la jornada gastromusical Eres Negre, una propuesta original en la que pretenden fusionar la buena comida con la música negra.

El acto tendrá lugar el próximo 21 de julio. La propuesta de la mañana será un homenaje al producto que impulsó la economía local de Banyalbufar hasta mediados del siglo XX: el tomate de ramallet. El otro protagonista gastronómico será el vino de malvasía. Con esos dos ingredientes, los ocho bares que participan en la jornada ofrecerán una tapa y una copa de vino por dos euros. Y, de guarnición, actuará Tiu Musicogastronomía para que la comida entre mejor. La guinda de la jornada llegará por la noche, a partir de las 21 horas, con las actuaciones de diversos cantantes y dj, con el patrón común del funk y el soul.

"En el pueblo hay una implicación total para que todo salga bien", explica el promotor de Eres Negre, Alberto Fernández. Este joven madrileño, estudiante de cocina y residente en Banyalbufar desde hace unos años, ha decidido impulsar esta idea para que no haga faltar "irse muy lejos para disfrutar de la buena música". "Queremos que la gente valore el sitio y el formato", afirma. De momento, han preparado 400 entradas para el concierto nocturno, del que asegura que "habrá buena respuesta del público".

Además de los bares, colaboran tres bodegas locales y tres hoteles, que alojarán a los artistas y regalan unos días de alojamiento que se sortearán entre los que coman en los ocho bares. Y Fernández lo tiene claro: "Banyalbufar es el sitio perfecto disfrutar de esto".