¿Dónde has probado el mejor 'frit'?, preguntamos a través de las redes sociales y nos llovieron las respuestas de los lectores. El plato típico mallorquín cuenta con miles de adeptos y, según datos de los internautas, son muchos los restaurantes en la isla que lo preparan tan bien como las abuelas. Aquí van solo cinco de todos los seleccionados.

Bar Sa Plaça Sineu es el sitio más recomendado para comer el famoso 'frit'. Regentado por la misma familia desde 1990, ofrece cocina típica mallorquina sencilla, sabrosa y de alta calidad con precios razonables. Su frito mallorquín y frito marinero o la sepia con salsa de tomate son los platos más buscados por sus clientes. Cuentan con una gran terraza en la hermosa Plaza de la Iglesia. Es una visita indispensable para los que quieran conocer y disfrutar de la cocina mallorquina.

Es Mirador de Sineu ha sido otro de los más votados por los ciberlectores. Especializado en cocina mediterránea, es un restaurante especial para degustar los sabores de nuestra tierra, entre sus platos destaca también el frito mallorquín. Cuentan con una terraza donde se puede comer disfrutando de sus las bellas vistas.

Restaurante Ca'n Pedro de Valldemossa también prepara de los mejores fritos, según los lectores. Conocido por su excelente trato familiar, la cocina es de tipo mallorquín y casera incorporando platos de temporada. Los postres en su mayoría son de elaboración propia. La bodega está compuesta por vinos de la tierra y otras regiones españolas. Está situado en uno de los pueblos más bonitos y pintorescos de la isla siendo visitado por miles de turistas todos los años.

El bar Can Frau, situado en el mercado de Santa Catalina, también ha sido mencionado como uno de los mejores lugares en Palma para comer frito mallorquín. Además se pueden saborear tapas, paella. Dicen que es imprescindible visitarlo un sábado a la hora del vermú.

Restaurant Sa canova de Campos es otra de las opciones para comer el mejor 'frit'. La familia Alomar-Mascaró, hace más de dos décadas, ofrece una cocina que se basa en la autoproducción de los productos de temporada. Jerónima y su hija Francisca elaboran una alta y tradicional cocina mallorquina como la hacían sus antepasados, a la vez dándole toques innovadores y personales a los platos. Además, esto no sería posible sin los productos de temporada que cultiva Miquel en el huerto propio. Tomeu completa el cuadro familiar y se encarga del servicio de sala y la venta de los productos de tienda.