El 'llonguet' tiene una larga vida asegurada. La campaña en las redes sociales para salvar el panecillo típico de Ciutat está siendo todo un éxito, según se puede constatar con la gran repercusión que ha tenido nuestra búsqueda del lugar donde se puede saborear el mejor bocadillo realizado con el famoso pan.

A los bares más populares por servir esta delicia en Mallorca, desde el Bosch hasta Can Trispol o Es Vaixell, se suman las muchas recomendaciones de nuestros lectores de las que hemos seleccionado la siguiente lista.

Bar Tony en la plaza Santa Eulália, abierto desde 1954, es uno de los elegidos por su autenticidad y donde sirven los mejores 'llonguets' "sin duda". Se trata de una cafetería mítica en Palma, valorada por el buen trato del personal y donde sirven sus inolvidables bocadillos de pan ligeramente torrado con aceite y tomate y elaborados con buenos productos traídos del mercado.

Sibil.la, en la calle Blanquerna, es otro de los sitios favoritos para degustar un buen 'llonguet'. "Muy recomendable el de camaiot con huevo frito. Exquisito", aseguran los lectores, aunque se pueden pedir de toda clase. Es un restaurante especializado en comida casera, con opciones vegetarianas y buenos precios.

En la cervecería Lórien, en el Casco Antiguo, también se encuentran los 'llonguets' más ricos de Palma. Su colección de cervezas de todo el mundo, sabe mejor acompañada de los bocadillos preparados con tomate de 'ramallet' y aceite 'Novembre'. Se pueden pedir de bacalao ahumado, lomo con chutney picante, sobrasada con miel o anchoas, entre otras variedades.

L'Orient Café Restaurante, en Capdepera, se suma a la lista de los favoritos de los lectores. Situado en la plaza del mercado del histórico pueblo, ofrece una amplia carta, tanto de comida como de vinos de Mallorca, y destaca por sus bocadillos de 'llonguet'.

El Forn Ca sa Camena, en el barrio Santa Catalina de Palma, "produce 1.000 'llonguets' diarios. ¿Por qué será? Está claro… Buenísimos", asegura otro sibarita de este sabroso pan. Lo cierto es que en su horno de piedra giratorio que hace más de medio siglo se utilizaba en esta panadería provocó por casualidad la peculiaridad de sus brillantes 'llonguets'.