El llonguet es un panecillo tradicional mallorquín que hasta hace un par de años pocas personas consumían e incluso sabían de su existencia. Pero con la creación y promoción de la Fira y la Ruta del Llonguet se ha impulsado su compra y consumo, llegando al punto de volver a convertirlo en un producto de consumo habitual en bares y hornos de la isla. Este año se celebra la segunda edición de la Ruta en Palma, donde cada miércoles hasta el 26 de octubre puedes comprar un llonguet y una bebida por 2'50 euros.llonguet y una bebida por 2'50 euros

"La ruta es una forma de que haya más gente nos conozca y que el llonguet llegue a más público" comenta Daniel Moreno, encargado del Forn de Santo Cristo. Explica que en esta segunda edición el consumo ha aumentado y mucha más gente se ha unido a participar en esta iniciativa que busca dar a conocer los hornos y promocionar el producto típico mallorquín. "Hay muchos clientes que no son los habituales sino que vienen exclusivamente por la ruta" añade. Neus Llull Riera, propietaria junto a su hermano del Forn Fondo, coincide en ésto pero añade: "Son sobre todo gente del barrio que viene a desayunar". Este horno, al igual que el Forn de Santo Cristo, participó en la primera edición de esta ruta y afirma que ha aumentado el consumo y la participación pero concuerda en que no creen que esta iniciativa pueda convertirse en algo diario. "Ha de ser un día fijo para que la gente se habitúe a ese día y lo coja como una costumbre" explica Moreno.

Otro horno tradicional en Palma es el Fornet de la Soca, un local que utiliza recetas tradicionales y que busca promocionar los productos típicos mallorquines. "Somos grandes defensores del pan artesanal, sin ningún aditivo y con harinas integrales ecológicas" explica Tomeu Arbona, propietario del horno. Valora el llonguet como producto saludable y considera que la gente "está dispuesta a pagar un poco más y consumir un pan de calidad y saber qué es lo que está comiendo" pero que "debería haber un compromiso de pagar realmente lo que vale y hacer una apuesta por favorecer este tipo de producto y ayudar a los productores a poder venderlo a un precio justo", añade Arbona.

Estos hornos tradicionales han buscado mantener la tradición de los llonguets pero todos coinciden en que a pesar de darlos a conocer a más público, son los mallorquines los que realmente consumen este panecillo y que la mayor parte de los extranjeros aún no se animan a comprarlo, "algunos nos preguntan qué es la ruta y se animan, pero no son muchos" comenta Moreno.