El parque solar de Talapi se ubicará a 225 metros de la emblemática 'possessió' de sa Pobla

El nuevo parque fotovoltaico Junípero Serra de sa Pobla, que ocupará dos parcelas de la finca de Talapi, estará ubicado a una distancia aproximada de 225 metros de las casas de la emblemática ‘possessió’, calificada como Bien de Interés Cultural (BIC). Así consta en la documentación relacionada con el proyecto, que ha iniciado el periodo de exposición pública durante un mes. Las casas de Talapi están consideradas como uno de los ejemplos más importantes de la arquitectura señorial del campo mallorquín, con elementos que se remontan al siglo XVI.

La instalación, que ha causado una profunda preocupación entre los vecinos de la zona por el impacto que podría provocar en un terreno agrícola del sur del municipio ‘pobler’, abarca una superficie de 770.012 metros cuadrados. No obstante, según se plasma en el proyecto, las placas fotovoltaicas no ocuparán la totalidad de este espacio, sino que la ocupación será de 18,60 hectáreas (10,77 asociadas a Junípero Serra y 7,83 correspondientes a Junípero Serra II). Los paneles tendrán una altura de casi tres metros, por lo que, con el objetivo de minimizar el impacto ambiental del proyecto, así como el visual y el paisajístico, es contempla la creación de una barrera vegetal de tres metros de altura alrededor de la instalación.

Según el estudio previo, la configuración originaria de la finca «ha quedado desvirtuada por siglos de labranza, dejando una superficie rota y roturada». Así, añade el informe, «el camino de carro, que queda fuera del perímetro del proyecto, es utilizado actualmente por maquinaria pesada para el uso de labores agrícolas». El proyecto respetará la antigua era de la finca y el camino de carro, dejando un perímetro de protección de tres metros, y también conservará los tramos de pared seca, por lo que las canalizaciones deberán ir bajo tierra.

El alcalde de sa Pobla, Biel Ferragut, explicó ayer que el Ayuntamiento tiene ahora un mes para elaborar un informe sobre el proyecto, aunque la última palabra corresponderá al Govern. Ferragut aseguró que es consciente del «malestar» que la futura instalación ha causado en un sector de vecinos, aunque añadió que el propietario de Talapi «es quien ha autorizado el proyecto».