No hay que viajar muy lejos para encontrar alojamientos originales. En España existen varios hoteles con carácter y personalidad propia. Su objetivo es sorprender al huésped y despertar nuevas sensaciones.
1. Hotel Cabanes Als Arbres (Barcelona).
Dormir en una cabaña en lo alto de un árbol es el sueño de todo niño, pero ahora es posible gracias a este peculiar alojamiento situado en la sierra del Montseny, a 84 kilómetros de la ciudad de Barcelona. Este establecimiento cuenta con diez cabañas de madera suspendidas en el aire, a entre 3 y 8 metros de altura. Sus propietarios tienen un firme compromiso hacia la ecología, brindando el máximo confort a pesar del inconveniente de que sus cabañas no tengan ni agua ni electricidad.
Es el hotel ideal para los amantes del séptimo arte, ya que fue construido sobre el antiguo edificio del Cine Astoria de San Sebastián. Entre sus curiosidades destaca el préstamo de películas y libros en su biblioteca, el gimnasio, la proyección de filmes para sus clientes y la temática de sus 102 habitaciones, que protagonizan los directores y actores de cine que han pasado por el Festival de San Sebastián.
Esta réplica del Faro de Finisterre es una buena opción para los que deseen estar en contacto con la naturaleza o en un entorno costero. Consta de cinco habitaciones y ofrece numerosos servicios como cafetería y un pequeño restaurante. Sus increíbles puestas de sol lo convierten en el lugar idílico para disfrutar en pareja.
4. Circo Museo Raluy (Tarragona).
Este hotel con ruedas ofrece la oportunidad de disfrutar de un gran espectáculo, además de poder dormir en un carromato de circo. Situado en el municipio de La Aldea, es un alojamiento único donde sentir de cerca el auténtico estilo de vida circense. Los carromatos alojan a un máximo de seis personas y disponen de una cama doble, un dormitorio con camas supletorias, una sala de estar y un baño. El precio ronda los 200 euros diarios.
Este hospedaje propio de película del Lejano Oeste y situado en la Sierra de Baza, ofrece la posibilidad de vivir la experiencia de dormir en una réplica de un campamento indio. Esta original idea de recrear el antiguo estilo de vida comanche partió de una pareja de ingleses que vivían en este pueblo. El lugar, caracterizado por sus cuevas, posee una suite dentro de una de ellas en la que se puede disfrutar de un ambiente tranquilo y confortable. Los tipis (tienda de campaña india) están equipados con baño, ducha, una cama doble, dos camas individuales y ropa de cama.
6. Hotel Plaza de Toros de Almadén (Ciudad Real).
Este curioso hotel, que consta de 24 habitaciones repartidas por la plaza de toros, es perfecto para los amantes de la tauromaquia. El actual establecimiento hotelero ocupa el espacio de unas antiguas viviendas convencionales, que conformaron la actual estructura hexagonal. En la actualidad, en la época de Semana Santa o en las fiestas del mes de agosto, se puede disfrutar de alguna corrida de toros.
Este curioso alojamiento se creó con el objetivo de recuperar los vagones que funcionaban en los años 50. Ahora, a estas reliquias se les ha dado utilidad convirtiéndolos en originales apartamentos situados a diez minutos del centro. Están equipados con calefacción, aire acondicionado y cocina. Su ubicación lo convierte en el hospedaje ideal desde el que iniciar excursiones hacia Cartagena, el Valle de Ricote y la Manga del Mar Menor.
8. Iglú Hotel Grandvalira (Andorra).
Situado en la estación de esquí de Grandvalira, en Pirineos, ofrece unas impresionantes vistas de las pistas de Grau Roig. Este alojamiento está constituido por nueve iglús de los cuales dos poseen baño privado, y dispone de una suite con bañera de hidromasaje desde la que se puede observar el cielo gracias a su techo abierto al exterior. Este hotel de hielo, que se construye todos los meses de diciembre, mantiene una temperatura de 0 grados hasta la primavera, cuando se cierra. Entre sus encantos destacan las habitaciones protegidas con pieles de cordero y las camas, con un equipamiento de materiales especiales para no pasar frío.
