Las calas vírgenes y solitarias de las que disponemos en Mallorca son un lujo que vale la pena aprovechar. Una manera de disfrutar de este paraíso es navegando a bordo de un barco desde el que se puedan disfrutar los rincones con más encanto de la isla. A quien le apetezca un plan diferente pero no disponga de barco propio ni de titulación puede alquilar alguna lancha o zódiac en el puerto de Cala Rajada, s'Estanyol, Portocolom o Can Pastilla. El precio del alquiler es de unos 150 euros por una lancha de seis plazas durante un día. Otra opción es alquilarla unas horas con precios que giran en torno a los 45 euros por hora. Os sugerimos algunas de las playas que permiten el fondeo de embarcaciones.

En Cala d'Egos, Andratx, uno puede bañarse o bucear entre la fauna de su fondo marino. La belleza de esta playa reside en su entorno virgen y solitario rodeado de pequeños acantilados y pinos. Las condiciones marinas son favorables para el calado de barcos en un fondo de grava y arena. Como esta cala se encuentra cerca del puerto de Andratx, se puede alquilar allí una lancha para llegar.

Cerca de Calas de Mallorca, en Manacor, se encuentra Cala Virgili. Este pequeño paraíso de piedras y arena se esconde en una finca privada y está rodeado de acantilados. Llegar al lugar a bordo de un barco, tomar el sol y darse un chapuzón en sus aguas de oleaje moderado es todo un lujo. Más teniendo en cuenta que el grado de ocupación suele ser bajo, por lo que se trata de un auténtico refugio para relajarse.

Entre Cala Roja y na Gratellosa, a unos nueve kilómetros de Capdepera, está ubicada Cala Auberdans. Se trata de un lugar tranquilo para pasar un día rodeado de mar y de un frondoso pinar. Desde el puerto de Cala Rajada se puede acceder hasta esta playa rocosa de reducidas dimensiones, resultado de una pequeña entrada de mar.

A 2,5 kilómetros de Portocolom, en Felanitx, se sitúa Cala Brafi. Un rincón virgen y rodeado de vegetación en el que solamente pueden fondear embarcaciones de poco calado, puesto que la profundidad es de siete metros en la entrada y se va reduciendo al acercarse al litoral. Se recomienda no acceder los días en que el viento sople fuerte puesto que el calado se complica. El puerto de Portocolom, a 1,6 millas, es el más cercano.

Uno de los enclaves más bellos de la isla se encuentra en plena Serra de Tramuntana y lo alberga la finca de Son Marroig en Deià. Sa Foradada es un lugar de visita obligada para los turistas y residentes que quieran disfrutar de un hermoso paisaje. El acceso para las embarcaciones es sencillo y son muchos los que deciden dejar el barco amarrado para ir a comer una paella al restaurante 'sa Foradada'. Otra opción es contratar una salida en barca desde el puerto de Sóller, perfecta para disfrutar en alta mar con un grupo de amigos. La excursión, que dura 2 horas, tiene un precio de alrededor de 60 euros.