La mejor manera de descubrir los bellos paisajes de las sierras mallorquinas es a través de una excursión. Este puede ser un plan divertido y saludable para pasar un día en compañía de toda la familia y respirar aire puro en plena naturaleza. Os proponemos algunas rutas sencillas pero muy hermosas para que desde los mayores hasta los más pequeños tengan la oportunidad de adentrarse en los mejores parajes de la isla.

El 'Castell del Rei' es uno de los puntos más emblemáticos de Pollença. Esta fortaleza, declarada Bien de Interés Cultural, sirvió de refugio durante la Conquesta y el propio rey Jaume I se reservó su propiedad, algo que podría explicar el porqué de su denominación. Para llegar al castillo y disfrutar de unas bellas vistas a Cala Castell y Punta Galera, os proponemos una ruta sencilla que tiene una duración de tres horas y media. El recorrido empieza en Pollença y se debe pasar por las casas de Ternelles para llegar hasta el castillo. Esta ruta solamente se puede hacer los domingos y es necesario pedir previamente autorización a los propietarios a través del ayuntamiento de Pollença.

Una excursión apta para toda la familia es la del 'Camí de Muleta', de unas dos horas de duración, que empieza y acaba en el Puerto de Sóller. Concretamente, se debe comenzar en el aparcamiento que se sitúa antes de llegar al foco urbano. Durante el recorrido, los excursionistas observarán la Torre Picada, considerada la más alta de Mallorca, pasarán por la finca de Muleta, uno de los principales yacimientos de Myotragus Balearicus y podrán pararse a descansar en el Faro de Cap Gros, desde donde contemplar unas increíbles vistas de la bahía de Sóller.

La 'talaia de Son Jaumell', en Capdepera, es un antiquísimo enclave al que se puede llegar tras una caminata de dos horas que tiene como punto de partida la hermosa playa de Cala Agulla. Desde esta cala se puede ya divisar nuestro objetivo, una atalaya de 1566 que, en el siglo XIX, pasó a formar parte de la red de telégrafo óptico que conectaba con Menorca, por lo que también es conocida como 'es Telégrafo'. Esta ruta puede terminarse en la playa de Cala Mesquida con un chapuzón para refrescarse.

Una ruta tan sencilla como espectacular es la del 'Salt des Freu' en Bunyola. A escasos kilómetros de Orient se encuentra esta cascada natural que va a sorprender a toda la familia. Tras subir la montaña de Bunyola, se puede dejar el coche en la cuneta de la carretera. Un cartel de madera indica que 'Santa Maria' se encuentra a 2 horas y 40 minutos andando, sin embargo el 'Salt des Freu' se encuentra a tan solo 20 minutos. Los más pequeños van a pasarlo en grande con el reto de tener que sortear algunas piedras para no caer al agua. Además, cerca del Salt se puede hacer un picnic o una buena merienda en el prado para reponer fuerzas.

Un enorme camello de piedra nos espera cerca de Lluc. Se trata de 'es Camell', una formación rocosa que, a lo largo de miles de años, el agua ha ido erosionando hasta crear esta peculiar forma. Para llegar hasta allí, la excursión se empieza en el campo de fútbol, ubicado al lado del monasterio de Lluc. Allí un cartel indica la dirección de distintas rutas entre las que debemos seguir la número cuatro. Tras atravesar un puente de madera encontraremos una primera curiosidad: el llamado 'puig de ses Monges', un conjunto de rocas que recuerdan a los hábitos de las religiosas. Al subir entre las rocas y las encinas se llega a otra dirección que apunta hacia el tan esperado Camell. El recorrido de ida y vuelta se puede cubrir en una hora por lo que, al terminar, cabe la posibilidad de aprovechar para hacer turismo por Lluc.