Las suaves temperaturas invernales, sobre todo si asoma el sol, invitan a disfrutar de Mallorca en bicicleta a lo largo de sus ciclovías o caminos poco frecuentados por coches. Es el caso de las rutas que pueden realizarse en Sant Llorenç, Muro, Santanyí o Palma y que detallamos a continuación.

Descubrir el municipio de Santanyí a dos ruedas es una buena opción para quien busque pocos desniveles y caminos fáciles. Existen cuatro itinerarios de entre cuatro a 12 kilómetros que recorren algunos de los rincones más bellos del municipio. Una de las posibilidades es adentrarse en el parque natural de Mondragó y descubrir la Font de n'Alis el Caló den Burgit o el den Perdiu. Igualmente bonita es la ruta que nos lleva hasta el popular islote es Pontàs y pasa también por Cala Llombards o la que tiene como destino el santuario de Consolació.

Sant Llorenç

es otro de los puntos que podemos conocer en bicicleta gracias a tres rutas con diferentes niveles de dificultad. La primera es un circuito urbano corto, de apenas dos kilómetros de distancia, por el que descubriremos los puntos de interés del pueblo como la iglesia parroquial o la casa natal de Salvador Galmés. Otro camino es el que recorre los siete kilómetros que separan Son Carrió de Sant Llorenç pasando por Son Vives, y por último está la vuelta a Infern. Esta ruta circular de 20 kilómetros recorre varias posesiones que fueron centro de producción agrícola hasta los años 50 dejando el macizo de Calicant siempre a mano izquierda.

Otra de las zonas que podemos descubrir 'a lomos' de nuestra bicicleta es la de Muro. Desde esta población de la zona norte podemos visitar Santa Margalida, sa Pobla, Can Picafort o Maria de la Salut recorriendo caminos cicloturísticos de dificultad media y distancias que oscilan entre los cinco y los once kilómetros según el destino. Uno de los más interesantes es el que nos lleva a Can Picafort pasando por s'Albufera, un espacio con una riquísima variedad de flora y fauna. Una vez dentro, los itinerarios están marcados con carteles y flechas que es obligatorio seguir.

Palma

cuenta con una red de carril bici bastante amplia. Además de la vía que llega hasta Platja de Palma y que a diario es frecuentada por ciclistas y corredores, existe otra ruta que nos lleva a los barrios del ensanche en un total de 14 kilómetros que, gracias a su facilidad y poco desnivel, es ideal para realizar en familia. La abundancia de puntos donde aparcar la bicicleta posibilita paradas cómodas en casi cualquier punto, tanto para el recreo en un parque, la compra de un artículo de interés, como para una visita de amigos.