Las 'cases de neu' de Mallorca son unas instalaciones formadas por camino, casa, pozo, paredes y bancales que utilizaban los 'nevaters' (neveros en castellano) para recolectar y almacenar la nieve. Este sistema se utilizó durante varios siglos, antes de que aparecieran las primeras fábricas de hielo, para proveer de hielo a los mallorquines.

Hay referencias a los 'nevaters' que datan de 1619 y hasta hace pocas décadas, a mediados del siglo XX, que dejó de funcionar la última de ellas, se utilizó este sistema por el que un grupo de jóvenes subía a las montañas, recogían la nieve, la echaban en el pozo para prensarla y la cubrían de ceniza y carrizo. De esta forma, se conservaba el hielo que, en verano, se transportaba a las poblaciones en mula o en carro, tal y como relata Gaspar Valero en Caminos y Paisajes.

A día de hoy todavía se conservan los restos de algunas de estas construcciones situadas en las cimas de las montañas de Mallorca, a las que se puede acceder por las siguientes rutas.

El Puig d'en Galileu

La subida a la cima del Puig d'en Galileu se realiza por el que antaño era el camino que unía Lluc con Sóller. La excursión empieza en sa Font Coberta, en Lluc, un tramo de lo que hoy conocemos como la GR221. La ruta, difícil asciende de los 475 metros en los que se sitúa el punto de inicio a los 1188 que tiene la cima. Pasado el primer tramo de camino de carro y una vez cruzada la carretera Ma-10, empiezan las 'voltes den Galileu' y el pronunciado ascenso. Aquí es donde, a mano derecha, puede encontrarse la primera de las casas de nueve, la de Son Macip. Media hora de ascenso después a través de las 'voltes' se llega a una zona más llana donde se encuentran las restauradas Cases de neu d'en Galileu. La ruta tiene una duración total de cinco horas y se recomienda una buena forma física para realizar el ascenso cómodamente.

'Casa de neu' de Son Moragues

Otra posibilidad es acceder a la casa de nieve situada en la finca de Son Moragues, Valldemossa, que cuenta además con un refugio público. Esta excursión es bastante más fácil que la anterior, pues el desnivel no es tan pronunciado, y los 4,1 kilómetros de distancia pueden realizarse en una hora. El itinerario parte de las casas de Son Gual en la calle Hungría de Valldemossa para acceder a la finca de Son Moragues y al encinar conocido como la coma des Cairats. Después de pasar por 'ranxos' de carbonero, hornos de cal, la Font des Polls y el refugio (antes utilizado como porche por los 'nevaters') se llega a la casa de nieve. Esta es una ruta muy concurrida pero también muy recomendable para realizarla en familia, pues no es muy exigente.

El Puig Tomir

Alcanzar la cima del Tomir requiere de buena forma física, sin embargo, el esfuerzo merece la pena. Después de los 12 kilómetros y medio de ruta, que se recorren en unas cinco horas, uno alcanza unas panorámicas inolvidables. Además, en la cumbre es donde se encuentran las ruinas de las 'cases de neu' gracias a las que, décadas atrás, los mallorquines podían contar con hielo como refrigerante en los meses más calurosos. La ruta empieza allí donde los carteles dan la bienvenida a las fincas de Menut y Binifaldó y desde ahí hay que pasar el Coll des Pedregaret para iniciar un camino, señalizado, que llevará hasta la cima.