Los bosques de la serra de Tramuntana fueron durante siglos el sustento de miles de mallorquines. Carboners, calciners, traginers, cazadores, leñadoresCarboners, calciners, traginers o nevaters -estos últimos en las cumbres más altas-nevaters fueron algunos de los oficios que ocuparon a varias generaciones de mallorquines en unos trabajos que, en muchas ocasiones, pasaban de padres a hijos.

Hoy, los bosques de la Serra, convertidos en Patrimonio de la Humanidad en la categoría de Paisaje Cultural, guardan la memoria de estos trabajadores del pasado.

Aquí, te proponemos una ruta por la Comuna de Bunyola para descubrir la historia de algunos de estos antiguos oficios del bosque. Salimos de la plaza y nos dirigimos a la parte alta del pueblo para enlazar con el antiguo camí del Grau, una de las rutas tradicionales de acceso a la Comuna, hoy utilizado sobre todo por excursionistas. Aquí está la ruta que seguiremos perfectamente explicada.

Los trabajadores de la cal

Los calciners era el nombre con el que eran conocidos los hombres que durante generaciones fabricaron cal en los llamados forns de calç (hornos de cal)forns de calç, cuyos restos podemos encontrar en muchos bosques de la isla. Los restos de uno de estos hornos será el primero que encontraremos en nuestra ruta.

Pocos centenares de metros después de haber entrado en la Comuna por el camí del Grau, en medio del camino, veremos una gran construcción circular de piedra. En su interior, antiguamente se fabricaba la cal a partir de la combustión de leña y piedras de cal. Para construirlo, se excavaba el agujero en una zona de pendiente o de bancal, por lo que se podía acceder a su interior tanto por la parte superior como por la inferior. En la parte de abajo se colocaba el combustible (leña) y encima se construía una cúpula de piedras que se cubría de fango. La combustión hacía que las piedras se convirtiesen en cal.

En nuestra ruta por la Comuna encontraremos numerosos restos de forns de calç. En este mismo camino del Grau, podremos ver los restos de otro en el cruce del camino hacia el Comellar d'en Cupí.

Restos del 'forn de calç' situado al principio del camí del Grau. J. MATEU

Los trabajadores del carbón

?A lo largo del recorrido encontraremos también los restos de varias sitges y otros sitgesforns de calç??Pocos metros después del primer forn de calç, encontramos uno de los restos mejor conservados de la Comuna de los antiguos trabajadores del carbón, uno de los oficios más característicos de los bosques mallorquines, ya que hasta mediados del siglo XX el carbón fue un elemento imprescindible para la vida diaria.

Los carboners pasaban semanas en el bosque. Hoy quedan los restos de las sitges donde se fabricaba -los llamador rotlos de sitja-, algunas barracas donde vivían ellos y sus familias, y otros elementos como depósitos para recoger agua o hornos para fabricar pan. Ir al ranxo, como se llamaba antiguamente ir al bosque a fabricar carbón, fue trabajo habitual para centenares de familias de Bunyola.

En los restos que encontramos en el camí del Grau, podremos ver tres de estos elementos: el rotlo

La sitja era el lugar donde se obtenía el carbón natural a partir de la combustión lenta de la leña de encina colocada estrategicamente de forma parecida a una pirámide en el rotlo, llamado así porque es un círculo de piedras donde se ubicaba la sitja. Junto con piedras pequeñas y tierra, la combustión transformaba la leña especialmente seleccionada por el carboneren carbón.

El 'rotlo de sitja' y la barraca del 'carboner'. J. MATEU

En el centro de la sitja se dejaba un agujero que funcionaba como chimenea, por donde se metían troncos más pequeños para facilitar la combustión, que duraba entre una semana y diez días, siempre bajo la atenta mirada y la vigilancia, día y noche, del carboner. Por eso, la barraca donde dormía tenía la salida en dirección a la sitja, por si se producía cualquier imprevisto.

Durante la temporada de ranxo, el carboner, la mayoría de veces acompañado por su familia, residía en el bosque.

Otros oficios del bosque

Los carboners y los calciners son solo algunos de los oficios tradicionales del bosque. Su trabajo lo completaban los llamados traginers, encargados de transportar los productos hacia el pueblo.traginers Pero el bosque, tanto el de la Comuna de Bunyola como muchos otros, fue también durante siglos centro de muchas otras actividades económicas: leñadores, cazadores o ganaderos lo utilizaron habitualmente, además de ser también fruto de recursos casi inagotable.