Las torres de vigilancia que proyectó el polifacético Joan Binimelis en el siglo XVI para defender Mallorca sirven a día de hoy de maravillosos miradores para contemplar las panorámicas de la isla. Situadas a lo largo de toda la costa, estas torres son una gran excusa para salir de excursión y descubrir nuevos rincones.

Torre de Cala en Basset

La torre de Cala en Basset se encuentra en la zona oeste de Mallorca, justo frente a la isla Dragonera, en el municipio de Andratx. Se accede desde el núcleo costero de Sant Elm, donde pueden verse señales que indican dónde empieza el camino y, por tanto, dónde dejar el coche. El itinerario puede resultar algo confuso por la gran cantidad de caminos que hay en la zona, ahora bien, siguiendo las instrucciones correctas uno llegará a la torre sin pérdida, desde donde se disfrutan unas vistas de la costa Ponent realmente impresionantes. La ruta, ida y vuelta, tiene una duración de una hora y media, aproximadamente: una excursión fácil que puede complementarse con una vista a Cala en Basset o a las casas de la Trapa.

La Torre de ses Ànimes

La torre de ses Ànimes despide el pueblo de Banyalbufar en la carretera que lleva hacia Estellencs. Se trata de una atalaya restaurada como mirador de la espectacular costa de la Serra a la que se accede fácilmente en coche. Si además de admirar las vistas y visitar la torre uno tiene ganas de hacer una excursión por la zona tiene varias alternativas. Bajar al Port de sa Pedra de s'Ase, un pequeño y singular embarcadero al que se accede desde un camino que empieza a escasos metros de la torre; visitar la localidad vecina del Port des Canonge por Son Olesa o recorrer el Camí del Correu que lleva hasta Esporles: las posibilidades son muchas y muy variadas.

La Talaia de la Victòria

Otra de las torres que merece la pena ser visitada por sus panorámicas y la zona en la que se encuentra es la atalaya de la Victòria, situada en la finca pública que le da nombre, en el municipio de Alcúdia. Las vistas desde este "brazo" son únicas: por un lado puede observarse la bahía de Pollença, con Formentor y inconfundible silueta del Cavall Bernat al fondo. Al otro lado es la bahía de Alcúdia la protagonista con las largas playas de Muro y Santa Margalida y la Serra de Llevant. El camino a la torre es fácil y llevadero: puede realizarse en poco más de una hora empezando desde la ermita de la Victoria. Para ello hay que seguir las indicaciones que hay desde la localidad de Alcúdia que llevan a la finca pública de la Victòria y de ahí ascender hasta el aparcamiento de la ermita.

Torre de s'Estalella

Situada en la zona meridional de la isla, la belleza de esta torre radica, principalmente, en lo virgen que es la zona: la finca de s'Estalella. A diferencia de las anteriores, esta atalaya se encuentra prácticamente al nivel del mar, pero el agradable paseo por el que se accede desde s'Estanyol merece la visita. Se puede acceder a la torre de s'Estalella estacionando el vehículo en la zona derecha de s'Estanyol de Migjorn y accediendo a la finca que le da nombre bordeando la costa.