Desde finales de enero, y durante el mes de febrero, los miles de almendros de Mallorca están en flor y protagonizan un maravilloso espectáculo cubriendo los campos de tonos blancos y rosáceos e inundando el aire de su característico olor. Esta estampa, que ha inspirado a numerosos pintores, escritores o fotógrafos, se puede disfrutar en esta época en numerosos puntos de la isla. Es recomendable hacer alguna ruta a pie o en bicicleta, aunque si se opta por el coche o por el transporte público, también es posible parar en ciertos puntos y recorrer caminando las plantaciones para apreciar todos los matices de la floración, que estimula todos los sentidos.

Los más aventureros podrán disfrutar de lo que popularmente se llama 'nieve mallorquina' sin marcar una ruta previa, simplemente dirigiéndose a por carreteras secundarias hacia el interior de la isla o hacia la Tramuntana, y desde ahí improvisar a medida que vayan encontrando campos de almendros. Para los que prefieren la planificación, destacamos varias zonas para realizar una ruta por los almendros en flor.

Comarca del Raiguer. El centro de la isla es una zona con una amplia extensión de plantación de almendros. Se puede hacer una ruta que empieze en Marratxí, hasta Santa María del Camí y que finalicen en Bunyola, ya en los límites de la Tramuntana, en la que podremos disfrutar de varios campos en flor. También podemos visitar los alrededeores de pueblos como Sencelles, Felanitx, Inca o Lloseta, y especialmente Selva o Moscari, por donde podemos hace una ruta en coche o en bicicleta e ir pararando en los lugares que más nos gusten.

Sóller y Bunyola. Estos dos pueblos, junto con Marratxí, son las mayores zonas productoras de almendras de toda la isla. Especialmente recomendables es realizar el trayecto en tren que va desde Palma a Sóller durante el cual podremos deleitarnos con numerosos campos de almendros, naranjos y limoneros.

Llucmajor y la franja sur de Mallorca. Si nos decantamos por esta zona para contemplar los almendros floridos debemos dirigirmos a los alrededores de pueblos de Manacor, Sant Llorenç y Son Servera, ademas de visitar los numeros campos emplazados en Llucmajor, por donde se puede hacer un tranquila ruta en coche.

Con panorámicas. Para quienes prefieran disfrutar de esta impresionante cara de la naturaleza desde lo alto, existen varias opciones. Desde el Puig de Randa, en Llucmajor, podemos apreciar unas fantástica panormámica del Pla de Mallorca, poblado de almendros. En Vilafranca de Bonany podemos elegir subir hasta la ermita de Bonany desde la que también se divisan grandes extensiones de este frutal. Finalmente, unas vistas inigualables se pueden contemplar también desde el Santuari de San Salvador, en Felanitx.

Para quien viva en Palma y quiera pasar una agradable jornada en familia, sin tener que desplazarse demasiado, puede optar por las plantaciones de es Secar de la Real o en Son Espanyol. También desde el polígono de Son Castelló hacia Son Sardina se puede observar un inmenso campo de almendros en flor.

Acercándonos a cualquier 'forn' tradicional de alguno de los pueblos que visitemos, podremos poner el broche de oro a un día tan estupendo, degustrando los más típicos dulces de almendra, como el gató o los panellets; si el tiempo acompaña, también podremos disfrutar de un riquísimo helado de almendra, una especialidad de la isla.