¿Quieres viajar en el tiempo y descubrir lugares fantásticos? A lo largo y ancho de nuestro país existen rincones que albergan un gran pasado histórico que mezcla fantasía y realidad. La mitología aúna aquellos relatos basados en la tradición y en la leyenda que forman parte de una cultura o religión.

Hoy en día la mitología se ha puesto muy de moda gracias a películas como 'El Señor de los Anillos' y series de televisión como 'Juego de Tronos', que precisamente ha elegido algunos rincones de nuestro país para grabar una serie de capítulos de su quinta temporada. Una buena muestra de la gran riqueza mitológica de la que goza la geografía española. A continuación te proponemos una selección de lugares fantásticos que te dejarán con la boca abierta:

Selva de Irati (Navarra)

El segundo hayedo-abetal más extenso y mejor conservado de Europa, después de la Selva Negra de Alemania, constituye una mancha verde de unas 17.000 hectáreas que además de su enorme belleza es escenario de multitud de cuentos y leyendas mitológicas. Entre ellas, la que cuenta que en estas tierras navarras habitan personajes legendarios como las brujas, lamias (criatura femenina de la mitología y el folclore grecolatinos) y e Basajaun, el señor de los bosques.

Selva de Irati (Navarra). Foto: Getty Images

Monte Pindo (Galicia)

Situado junto a la playa de Carnota y entre los municipios de Cee, Dumbría, Carnota y Mazaricos y las Rías de Corcubión, Muros y Noia, se le conoce también como el Monte Sagrado o el Olimpo Celta. Este espectacular macizo de granito de 627 metros de altura es el escenario de multitud de historias y leyendas protagonizadas por deidades, princesas, monstruos y gigantes míticos, circunstancia que lo convierten en uno de los espacios más mágicos de España.

Monte Pindo (Galicia). Foto: Getty Images

Santa Cueva de Covadonga (Asturias)

Enclave de enorme belleza, la Santa Cueva de Covadonga es también el escenario de numerosas leyendas que le confieren su carácter mágico. Cuenta la historia que en esta gruta -también protagonista de leyendas celtas- se refugió junto a sus hombres Don Pelayo, que gracias a la ayuda de la Virgen consiguió repeler a las tropas moras de Al-Ándalus, en lo que se considera el inicio de la Reconquista.

Santa Cueva de Covadonga (Asturias). Foto: Getty Images

Las Médulas (Castilla y León)

Considerada como la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio romano, esta antigua explotación minera situada en la comarca de El Bierzo es objeto de numerosas historias mitológicas. Entre ellas la que cuenta que un rayo atravesó al rey Médulo matándolo en el acto y fundiendo sus tesoros hasta convertirlos en petitas de oro que se esparcieron por las montañas.

Las Médulas (Castilla y León). Foto: Getty Images

Cuevas del Drach (Islas Baleares)

Adentrarse en este espectacular y bello espacio es hacerlo en un rincón lleno de encanto y misterio. Descubiertas en 1896 por el espeleólogo francés llamado Eduardo Martel, se tiene constancia de la existencia de estas Cuevas ya en el siglo XIII. Cuenta la leyenda que en su día unos soldados moros escondieron en su interior un tesoro fabuloso, aunque nadie lo ha conseguido ver hasta la fecha.

Cuevas del Drach (Islas Baleares). Foto: Getty Images

Sierra de Albarracín (Aragón)

Tesoros ocultos, dragones, brujas y hombres lobos protagonizan algunas de las numerosas leyendas que tienen como escenario este bello conjunto montañoso de la parte sur-occidental de la Cordillera Ibérica, ubicado entre las comunidades autónomas españolas de Aragón, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana.

Sierra de Albarracín (Aragón). Foto: Getty Images

Parque Nacional de Garajonay (Islas Canarias)

En este espacio, que ocupa el 10% de la isla de La Gomera, cuenta la leyenda que encontraron el amor la hermosa Gara y Jonay, un joven de la vecina isla de Tenerife. Ambos se enamoraron perdidamente, pero su amor fue vetado por sus padres, que creían que su relación provocaba las erupciones del volcán Teide. Los amantes subieron al pico más alto de la Gomera y al verse acorralados tomaron un palo afilado y apoyándolo en sus pechos se abrazaron y murieron atravesados. Desde entonces, esta montaña se llama Garajonay.

Parque Nacional de Garajonay (Islas Canarias). Foto: Getty Images