La naturaleza nos regala cada día lugares impresionantes con los que deleitarnos. En algunos de estos espacios, el espectáculo es doble, ya que son escenario de fenómenos naturales capaces de transformar de forma radical estos lugares de increíble belleza.

Las mareas son una de las grandes fuerzas de la naturaleza capaces de transformar un lugar de una forma completa, hasta convertirlo en irreconocible en cuestión de horas.

Gracias a la fuerza gravitatoria ejercida entre la Tierra, el Sol y la Luna se produce un cambio en el nivel del mar. Así, podemos observar asombrosos espectáculos como los que te mostramos en estas líneas.

Monte Saint Michel, Normandía, Francia

Monte Saint Michel es una pequeña isla rocosa del estuario del río Couesnon, situada en la región de Normandía, en el noroeste de Francia. El castillo debe su nombre a la abadía consagrada al culto del arcángel san Miguel y cuyo nombre en latín durante la Edad Media era 'Mons Sancti Michaeli in Periculo Mari'. Esta isla es igualmente el centro natural, a falta de ser el centro geográfico, del pueblo de Monte Saint-Michel, perteneciente al cantón de Pontorson, en el departamento francés de la Mancha.

En 1979 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Y no es para menos. La majestuosidad de su castillo y del paraje natural lo hacen un lugar de película. Eso sí, debido a que la marea sube hasta 15 metros dos veces al día, el acceso a la isla por vía terrestre estuvo restringido durante siglos.

Manjuyod, Filipinas

Manjuyod es un municipio de la provincia en Negros Oriental, Filipinas. Sus aguas cristalinasy arenas blancas son objetivo de cientos de turistas cada año. Con una extensión de 10 mil kilómetros cuadrados de arena blanca, cuando sube la marea todas las playas se ocultan bajo el cristalino mar.

Todo un espectáculo para los sentidos que el visitante podrá disfrutar dentro de una cabaña que se puede convertir, en esos momentos de marea, en una suerte de palapa donde obervar todo el paisaje de alrededor, no sin tener en cuenta que salir de allí puede ser difícil o por lo menos, demasiado húmedo.

Playa de las Catedrales, Galicia

La playa de las Catedrales es el nombre turístico que se le ha dado a la playa de Aguas Santas, situada en el municipio de Ribadeo, en la costa de la provincia de Lugo. Su belleza le precede, siendo una de las playas más visitadas de España, y por supuesto, fotografiada.

Lo característico del arenal son los arcos y las cuevas que llegan a medir 30 metros de altura, sólo apreciables a pie de playa durante la bajamar. Durante la pleamar la playa es relativamente pequeña, de fina arena y sigue siendo adecuada para el baño. Es interesante ver la playa con la marea alta recorriendo la parte superior de los acantilados en dirección oeste-este hacia la playa de Esteiro y verla con marea baja sobre la arena de la playa.

Los jinetes del Apocalipsis, Londres

Cruzando el puente de Vauxhall, en la orilla opuesta al Parlamento de Westminster en Londres, los cuatro jinetes del Apocalipsis pueden pasar de estar mirando al Támesis a estar con su agua al cuello. Estas esculturas son obras del británico Jason de Caires y buscan sensibilizar sobre el cambio climático. Sus cuatro metros de altura son visibles completamente sólo dos horas al día, ya que al subir la marea quedan cubiertas en su totalidad dando lugar a arrecifes artificiales.

El título original de la obra es 'Marea Creciente' y juega visualmente a simular una crecida de las aguas en el estuario del Támesis como consecuencia del ya menionado cambio climático.

Paso de Gois, Francia

Se trata de una carretera de algo más de cuatro kilómetros situada en la Bahía de Bourgneuf y qu eune la Ils ade Noirmoutier con el continente europeo. Dos veces al día, por la mañana y por la tarde, este tramo queda totalmente intransitable debido a la subida del nivel del mar.

Con la marea alta, la altura del agua que cubre la carretera varía entre los 1,30 metros y los 4 metros.