Seguro que aquí lo comenté alguna vez, incluso dos, o tres, o cinco. Tuvo y sigue teniendo importancia, por lo que supuso en su momento y por lo que vino después. Hablo de la reprimenda que doña María Dolores de Cospedal I de Castilla-La Mancha le echó en directo a la periodista Ana Pastor durante la emisión de Los desayunos -en 2011- cuando le dijo que TVE era una televisión al servicio del Gobierno, una televisión sin independencia, manipuladora y sin crédito.

La periodista no sólo salió en defensa de la tele pública sino de una visión contraria a la secretaria general del PP, visión que en aquellos días, en aquellos años, hablaba de una televisión como nunca la hubo en el país por su credibilidad e independencia y cuyos informativos fueron premiados como los mejores del mundo -con Zapatero, ojo- por los TV News Awards de 2009. Ana Pastor, para saber lo que Doña Cospedal entendía por televisión pública imparcial, le preguntó si TeleMadrid, en manos de Esperanza Aguirre, era un ejemplo a seguir. Se escabulló, la muy tunanta. Ella iba a meter su cínico mensaje. Lo demás le importaba un mojón.

Con el tiempo, la señora tuvo su televisión, y tuvo la oportunidad de poner en práctica sus ideas de televisión pública independiente y plural. Nombró a uno de los machos alfa del periodismo de pandereta, ciego y radical de extremo centro, don Nacho Villa, con un par. La RTVCM ha estado desde el minuto uno al servicio del PP, y de la Señá Loli. Fue sonado su descaro manipulador. Por si faltara algo ahora se va sabiendo que la Visa del señor Villa -con dinero público- echaba humo. Cospedal I calla y sonríe. La muy cínica. Los esbirros tienen su precio, y ella lo sabe, y lo sabía.