Es una de las tías más jamonas de la pantalla, una de las que despiertan más deseo, y una de las que se lo toma con menos impostura. Tiene esta mujer una belleza rotunda, redondeada, de carnes de verdad, alejada de la belleza cadavérica, enfermiza y malhumorada, con hocicos apretados y muecas de asco, por la que apuestan los costureros de postín.

Cristina Pedroche presenta en Antena3 una edición muy divertida de Pekín Exprés, y colabora con Zapeando, el vespertino de La Sexta que ha sabido colarse en el sofá de muchos espectadores. ¿Qué ha hecho ahora la Pedroche? Colgar en Instagram una foto veraniega donde se ve tumbada bocabajo en un flotador sobre una piscina. Con las braguitas del bikini, sin sujetador.

#EsNoticiaFijo o #SiempreLiándola fueron los comentarios que añadió a la foto antes de publicarla. Así fue. La lio. Como esta foto, miles. Pero en ellas no está la Pedroche. En apenas unas horas recibió miles de visitas y más de 70.000 likes a la hora de haberse publicado. La carne es la carne. Y si es conocida, mejor.

En la otra punta del mundo, Alberto Isla, el maromo que le hizo un crío a la hija de la Pantoja se sentó en Sálvame para hablar de su chorra. Así. ¿Cómo la tienes, cuánto te mide?, inquirió Jorge Javier, afamado escritor y reconocido investigador de la condición humana como entrevistador de cascajo social. El Alberto este acudió al programa por una razón de peso, haber salido en una revista en bolas, y eso es noticia, fijo.