Durante la emisión del último capítulo de ´El Príncipe´, cuando apenas quedaban unas escenas para el final de la primera temporada, Telecinco hizo las cosas muy bien, es decir, manejó los tiempos, los cebos y el interés como la maestra que es en crear expectativas. Verán. Todo el mundo, digo mundo refiriéndome a quienes siguen la serie, entendía que la tragedia se cernía sobre la historia, aunque, como es lógico, sin acertar de qué manera.

El caso es que, en las últimas escenas, el autobús de turistas que se dirigía a Ceuta para coger el ferry a la Península, llevaba una bomba que tenía que accionar Abdu, Samy Khalil, hermano de Faruk ben Barek, el capo de la droga ceutí que interpreta Rubén Cortada, al que las células yihadistas le han vuelto la cabeza del revés. Sin saber qué va a pasar, en el último bloque de publicidad, Telecinco conecta con el siguiente programa que emitiría la cadena en directo, 'Hable con ellas'. ¿Quién está sentado al lado de Yolanda Ramos y Sandra Barneda? Justo ese, Samy Khalil, es decir, Abdu, que te deja boquiabierta del todo, incluso patiabierta hasta donde quisiera él, porque es muchísimo más guapo que en la serie.

Han acertado quienes eligen a los personajes eligiendo a los actores que serían hermanos, los hermanos Ben Barek. Todos tienen los ojos verdes, al menos los dos tíos, que no te derriten de milagro porque está la pantalla en medio. Esa conexión en directo con el plató de Hable con ellas fue definitiva porque consiguió unir ficción (que aún estaba en emisión) con realidad (que iría justo después). Si la serie arrasó en audiencia con más de seis millones de espectadores, superando la audiencia de otro de los éxitos de la temporada, 'El tiempo entre costuras', 'Hable con ellas' también alcanzó máximo de temporada.

La pena que nos queda es saber que Abdu, el terrorista guapo, pero más malo que el sebo, ya no estará en la segunda temporada, salvo que el guión lo resucite para contarnos las trolas de ese paraíso con el que las cabezas enfermas doblegan a los jóvenes medio perdidos en nombre de un Alá terrible y asesino. El rodaje de la segunda temporada de 'El Príncipe' empieza ya mismo, y la continuidad de 'Hable con ellas' parece asegurada por ahora.

Seguro que con invitados como Samy Khalil, padre palestino, madre asturiana, sigue la buena racha. Deberían de invitar al actor protagonista, a Álex González, sobre todo para que explicara a conciencia qué pasó en el último capítulo, qué fue de la línea argumental, qué hicieron con el esqueleto sobre el que gira la serie, dónde metieron la escena que no ha fallado ni una sola vez a mitad de metraje, permítanme esta licencia de vieja cinéfila, es decir, por qué no se quitó la camisa el comisario Morey, rediós. Ese momento, viniera o no a cuento, era el momento risa tirada en el sofá. Yo misma me hacía las cábalas, todavía no, quizá en la siguiente escena, cuando se vea con Fátima, ya encontrarán un rincón donde achucharse, besarse, y él, porque así lo mandó Paolo Vasile, se quite la camiseta y enseñe sus pechitos de gimnasio. Ella también ha enseñado algo, un muslo, la espalda, las tetas de perfil, pero él no ha fallado ni un solo capítulo.

Así que no se entiende a cuento de qué no enseñó pechuga en el último. Esos tremendos fallos de guión han de solucionarse en la segunda temporada. 'El Príncipe' no es nada si Álex González o Rubén Cortada no enseñan algo. Cortada enseñó hasta el bulto en la escena donde la policía lo cachea para ver si lleva droga. Álex, prepárate, en la segunda temporada te toca. Tus ojos no son verdes, pero los marrones también molan.