Qué silencio tan preocupante el que guardan los directivos de TVE a propósito del presunto cierre de Teledeporte. Habiendo sido buena parte de ellos, como el mismísimo José Ramón Díez, altísimos cargos en el organigrama deportivo de la casa (Díez es el español que más Juegos Olímpicos ha retransmitido), llama la atención que no hayan dicho esta boca es mía desde que a finales de junio el presidente Echenique revelase sus intenciones de cerrar el canal. El asunto es mucho más grave de lo que muchos quieren reconocer.

La parrilla de esta quincena nos sirve como un buen ejemplo para desmontar esa teoría según la cual los contenidos de Teledeporte son de tercera división o de cuarta regional. El domingo, de buena mañana, se corrió el maratón (en masculino, según la RAE) del Europeo de Atletismo de Zurich. A la misma hora, las chicas de natación sincronizada celebraron su final en los campeonatos de Europa de Berlín.

La cuestión es que a la misma hora en que sucedía todo esto en La 2 tenía lugar la retransmisión de la misa desde Rivas-Vaciamadrid en El día del señor. Quienes argumentan que los contenidos de Teledeporte pueden pasar alegremente a La 2 parecen desconocer que esta cadena cuenta con una serie de servidumbres como el programa marco con los espacios religiosos que provocarían, en un caso como el referido, que ni el maratón desde Zurich ni la sincronizada de Berlín hubiesen podido emitirse en directo en este canal, por encontrarse ocupado a estas horas.

¿En qué medida va a fagocitar Teledeporte a La 2? ¿Pretende Teledeporte (que no llega al 1% deaudiencia) beneficiarse de la cuota de pantalla de La 2, que ya supera el 3%? Tanto silencio administrativo es muy sospechoso. Pero nos tememos lo peor.